Más de una docena de altos funcionarios de la Unión Europea llegaron este jueves a Kiev para prometer ayuda militar, financiera y política. Un viaje destinado a subrayar el apoyo a Ucrania antes del primer aniversario de la invasión rusa. No obstante, el bloque, reacio a admitir a un país en guerra, está dispuesto a reiterar su negativa a conceder al país una rápida adhesión. Esto pone de relieve la necesidad de más medidas anticorrupción.
«Es una señal muy fuerte que estemos en Kiev durante la guerra. Es una señal para el pueblo ucraniano, para Rusia y el mundo», dijo un alto cargo del bloque. Miembros de la Comisión Europea tenían previsto reunirse este jueves con miembros del Gobierno ucraniano.
El viernes, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, se reunirán con el presidente Volodímir Zelenski. «Me alegro de volver a Kiev, mi cuarta vez desde la invasión rusa. Esta vez, con mi equipo de comisarios», expresó Von der Leyen.
La primera reunión de este tipo en Kiev desde el inicio de la guerra el pasado 24 de febrero se produce tras las nuevas promesas occidentales de entrega de armas para ayudar a Ucrania a resistir una esperada nueva ofensiva rusa. Moscú ha criticado las promesas, alegando que las nuevas entregas de armas agravarán el conflicto, pero no cambiarán su curso, informó Reuters.
La Unión Europea debatirá el envío de más armas y dinero a Ucrania. Así como el aumento del acceso de los productos ucranianos al mercado del bloque, las sanciones a Rusia, la persecución de los dirigentes de Moscú por la guerra y la ampliación a Ucrania de una eurozona para las llamadas móviles sin itinerancia.