Un primer convoy de ayuda de la ONU procedente de Turquía entró este martes en el noroeste de Siria, controlado por los rebeldes, a través del recién abierto paso fronterizo de Bab al-Salameh, informó un portavoz de la oficina de asuntos humanitarios de la organización mundial.
La ayuda fue entregada por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), explicó el portavoz del organismo a Reuters. No han facilitado detalles sobre su tamaño ni sobre el tipo de ayuda que transportaba para las zonas afectadas por el mortífero terremoto de la semana pasada.
La ONU informó a última hora del lunes que el presidente sirio, Bashar al-Asad, había aprobado la apertura de dos nuevos pasos fronterizos entre los dos países afectados por el terremoto «por un periodo inicial de tres meses para permitir la entrega puntual de ayuda humanitaria».
Este martes, seis sobrevivientes fueron rescatados de los escombros en Turquía, ocho días después de un devastador sismo. Mientras el enfoque cambia a ayudar a los sobrevivientes a encontrar refugio, comida o refugio en otro lugar. El número de muertos combinado ahora supera los 37.000, dejó a los sobrevivientes sin hogar en el frío intenso, durmiendo sobre los escombros, informó Reuters.
Entre los seis rescatados, incluyen a dos hermanos, de 17 y 21 años, sacados de un bloque de apartamentos en la provincia de Kahramanmaras. También una mujer rescatada de los escombros de un edificio en la ciudad de Hatay, en el sur de Turquía, explicaron medios turcos.
Pero la ONU dijo que la fase de rescate estaba llegando a su fin. Ahora, la atención se centró en el alojamiento, la alimentación y la educación, ya que los sobrevivientes dijeron que estaban luchando. «La gente está sufriendo mucho. Solicitamos recibir una carpa, ayuda o algo», dijo uno de los refugiados.