Supo convertirse en uno de los grandes animadores de esta edición de Gran Hermano, a pesar de haber ingresado en la segunda mitad del reality que conduce Santiago del Moro a través de la pantalla de Telefe. Ariel quedó eliminado por decisión de la gente, pero no dudó en contar lo que vivió adentro de la casa más famosa del país.
Pero esto no fue todo, ya que además, decidió hacer referencia a uno de sus grandes objetivos al momento de entrar al reality, el cual estaba relacionado con sus deseos de bajar de peso, algo que comenzó a contar. De esta manera lo reveló delante del presentador y cada uno de los analistas del ciclo más exitoso de la pantalla chica.
“Antes de entrar pesaba 141 kilos. Hace un rato me pesé: 116?, comenzó revelando el exparticipante de Gran Hermano. “¿Creés que tener unos kilos de más hizo que te miraran diferente adentro de la casa?”, le preguntaron a Ariel. “Yo pensaba muchísimo en los pibes de afuera, en los hijos de todos ustedes”, reveló sin rodeos ni pelos en la lengua.
“Yo me río de mí mismo, pero por algo estoy pendiente mi ahora. Y por algo quería ese esfuerzo”, reflexionó delante de las cámaras, dispuesto a decir todo lo que piensa. “ Yo quería llegar a Gran Hermano y ponerme bien físicamente, como otro juego mío, otra meta mía. Me daba cuenta de dónde venía la gordofobia”, aseveró.
“Yo hacía chistes sobre mi gordura, pero después dejé de hacerlos porque quería dar el ejemplo para el público, porque no va por ahí”, dijo al respecto. “No sabía que esto tuvo repercusión afuera. Yo siempre fui ‘el gordo’, desde la primaria, la secundaria y me reía de mí mismo. Es un mecanismo de autodefensa”, sentenció Ariel de Gran Hermano.
