El boom de las embarazadas provenientes de Rusia ya es un tema que trascendió lo judicial. En este sentido, la Policía Federal Argentina (PFA) realizó esta semana una serie de allanamientos en el barrio porteño de Puerto Madero. El objetivo fue encontrar pruebas que puedan a aportar a la causa que investiga el masivo ingreso al país de mujeres rusas embarazadas que vienen a dar a luz a clínicas argentinas.
Los allanamientos realizados el pasado jueves buscaban información sobre un presunto negocio millonario para la obtención de documentación apócrifa para que las mujeres y hombres que llegan desde Rusia puedan radicarse o que obtengan la ciudadanía en tiempo récord a través del nacimiento de sus hijos. En este sentido, se investiga una suerte de “gestoría” que se dedicaría al tráfico de migrantes y a la falsificación de documentación, según NA.
Personal de la División Asuntos Migratorios de la PFA en conjunto la Dirección de Control Migratorio de Migraciones nacional realizaron un control sobre las personas de nacionalidad rusa que ingresaron al país ese día con el fin de verificar si se encontraban en el domicilio denunciado al momento del ingreso al territorio nacional, como así también controlar los datos aportados en la Declaración Jurada.
Búsqueda de datos en hoteles
Así fue como los investigadores acudieron a los hoteles porteños Sheraton Hotel, Regente Palace, NH Collection, Aires Express y Esplendor. Allí, se pudo comprobar que de los 30 rusos que registraron su ingreso al país sólo ocho estaban en sus domicilios. Con esto, se pudo determinar que, en su mayoría, los procedentes de Rusia aportaron domicilios a los cuales no iban a concurrir, por lo que se observa mala fe y el interés de evadir y evitar controles de algún ente o autoridad.
Para los investigadores de la PFA, con este accionar, “quedó demostrado (por parte de los supuestos turistas) que su intención es aprovecharse de los beneficios documentales (Documento Nacional de Identidad –D.N.I.–/Pasaporte) que otorga nuestro gran país a todas las personas de bien que quieren residir de forma legal en el Territorio Nacional”.
Allanamientos en Puerto Madero
El mismo día, la jueza federal María Servini, a cargo la investigación, solicitó allanar dos inmuebles de Puerto Madero donde viven los supuestos líderes de la presunta organización. Uno de los allanamientos se realizó en una torre de departamentos en Juana Manso al 500 y, el otro, en un edificio ubicado en Azucena Villaflor al 500. Se secuestraron notebooks, tablets, teléfonos celulares, documentación personal y migratoria, certificados policiales y dinero extranjero (dólares y euros) y nacional.
La investigación comenzó tras la denuncia de una mujer en la División Denuncias de Delitos Federales de la PFA. En la misma se advirtió sobre maniobras irregulares en el ingreso al país de ciudadanas rusas a punto de dar a luz, el nacimiento de ellos y el otorgamiento de trámites migratorios. Tras una serie de averiguaciones, Servini solicitó los allanamientos, y ahora el análisis de lo secuestrado en los operativos.
“No traficamos personas”, dijo el dueño de una empresa de ‘turismo de nacimiento’
En las últimas horas, el ruso Kirill Makoveev, que vive en la Argentina y fundó RuArgentina, una de las empresas que fomenta el ‘turismo de nacimiento’, habló tras conocerse el caso de seis mujeres retenidas en el Aeropuerto de Ezeiza. En declaraciones a C5N, negó su vínculo con ellas y desmintió dedicarse a la trata de personas. “Nosotros prestamos un servicio de calidad, de traducción, de información y de acompañamiento. No traficamos personas. Son acusaciones falsas y esas palabras van a tener consecuencias”, sostuvo.
En esta línea, añadió: “Somos un equipo, vendemos nuestro tiempo. No vendemos ni pasaportes, ni DNI. Vendemos información sobre cómo conseguir estos documentos legalmente”. El hombre también contó que su empresa trabaja con la clase alta y detalló que los paquetes turísticos que venden para viajar a dar a luz en Argentina tienen un valor mínimo de 5.500 dólares.
“Prestamos los servicios que faltan en el mercado. Nadie va a hablar con una rusa embarazada en idioma ruso acá en Argentina, ni en los hospitales, ni en Migraciones, ni en los juzgados. Entonces tiene que aprender a hablar español o utilizar nuestros servicios. Nadie va a traducirle, o a ayudarle a buscar un doctor, o un hospital. Entonces lo hacemos nosotros y les cobramos”, remarcó Makoveev.