Siete personas, incluido un niño de dos años, murieron este jueves en una explosión de gas en un bloque de viviendas en la ciudad de Novosibirsk en Siberia, informó el Ministerio de Salud regional, en la segunda explosión fatal de gas en Rusia en tres días.
El Comité de Investigación de Rusia, que es responsable de delitos mayores, explicó que abrió una investigación. También detuvieron a dos personas que habían realizado trabajos de mantenimiento de gas en el edificio varios días antes. Las autoridades regionales de salud dijeron que siete personas permanecían en el hospital, donde estaban siendo tratadas por las heridas sufridas en la explosión.
También manifestaron que dos personas estaban en estado crítico. En un incidente separado al del martes. Donde al menos cinco personas murieron en una explosión de gas que destruyó un edificio de cinco pisos en la ciudad de Yefremov, al sur de Moscú. Las explosiones de gas son relativamente comunes en Rusia debido al envejecimiento de la infraestructura.
Explosiones del Nord Stream
El Kremlin afirmó el jueves que «el mundo debe saber la verdad sobre quién saboteó los gasoductos Nord Stream» y que «los responsables deben ser castigados». Estos dichos aparecen después de que un periodista de investigación afirmó que buzos estadounidenses los volaron a instancias de la Casa Blanca.
El 26 de septiembre se registró una brusca caída de presión en ambos gasoductos y los sismólogos detectaron explosiones. Esto desató una oleada de especulaciones sobre el sabotaje a uno de los corredores energéticos más importantes de Rusia. El periodista de investigación Seymour Hersh citó una fuente no identificada que afirmaba que buzos de la marina estadounidense. Los mismos habían dicho que habían destruido los oleoductos con explosivos por orden del presidente Joe Biden.
Reuters no pudo corroborar las acusaciones. La Casa Blanca las tachó de «totalmente falsas y de completa ficción». El Ministerio de Relaciones Exteriores de Noruega dijo que las acusaciones eran «un disparate». El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, pidió «una investigación internacional abierta de este ataque sin precedentes contra infraestructuras críticas internacionales». Añadió: «Es imposible dejar esto sin descubrir a los responsables y castigarlos».
