Este lunes, Turquía confirmó un segundo sismo masivo en el sureste del país en menos de 12 horas. El terremoto de magnitud 7,6 ha sacudido la nación, ya devastada por el sismo de la madrugada de fuerza similar y decenas de réplicas de gran calibre.
El epicentro de este nuevo temblor se encontraba en Elbistan, en la provincia de Kahramanmaras, unos 80 kilómetros al norte del primero, informó la Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias (AFAD) del país. Se produjo a una profundidad de 7 km, agregó el organismo.
Los equipos de rescate sacaron de entre los escombros a heridos en condiciones invernales extremas en toda la región. «Nos sacudió como si fuera una cuna. Éramos nueve en casa. Dos hijos míos siguen entre los escombros, aun los estoy esperando», expresó una mujer con un brazo roto y heridas en la cara, hablando en una ambulancia cerca de los restos de un bloque de siete plantas donde vivía, en Diyarbakir, en el sureste de Turquía.
China está dispuesta a proporcionar ayuda humanitaria de emergencia a Turquía y Siria, afectadas por el terremoto, anunció la agencia de ayuda exterior del Consejo de Estado. Pekín expresó «sus condolencias y preocupación por la pérdida de vidas y propiedades», y está en comunicación tanto con Turquía como con Siria, agregaron desde la Agencia de Cooperación para el Desarrollo Internacional de China.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, dijo que 912 personas habían muerto, 5.383 habían resultado heridas y 2.818 edificios se habían derrumbado. En Siria, ya devastada por más de 11 años de guerra civil, el Ministerio de Sanidad informó que más de 326 personas habían muerto y 1.042 habían resultado heridas. En el noroeste de Siria, los equipos de rescate dijeron que habían muerto 147 personas.