Tras una aparente calma en las últimas semanas, las protestas volvieron a sacudir Irán durante la madrugada de este viernes. Los manifestantes reclamaban el derrocamiento de la República Islámica. Las marchas, que comenzaron el jueves por la tarde y se prolongaron durante la noche en numerosas ciudades, incluida Teherán. Se conmemoraban los 40 días transcurridos desde que dos manifestantes fueran ejecutados el mes pasado.
Mohammad Mehdi Karami y Seyyed Mohammad Hosseini fueron ahorcados el 8 de enero. Otros dos fueron ejecutados en diciembre. Las protestas que se han extendido por Irán comenzaron el pasado mes de septiembre tras la muerte bajo custodia de Mahsa Amini, una ciudadana iraní de origen kurdo de 22 años, por desobedecer la norma del hiyab, que obliga a las mujeres a cubrirse totalmente el cabello y el cuerpo.
Los vídeos en las redes sociales mostraban manifestaciones nocturnas en varios barrios de Teherán. Así como en las ciudades de Karaj, Isfahan, Qazvin, Rasht, Arak, Mashhad, Sanandaj, Qorveh e Izeh, en la provincia de Juzestán. La larga oleada de disturbios ha supuesto uno de los mayores desafíos para la República Islámica desde la revolución de 1979.
Desafiando abiertamente las normas del hiyab, las mujeres han ondeado y quemado sus pañuelos o se han cortado el pelo. Aunque los disturbios parecían haber remitido en las últimas semanas, probablemente debido a las ejecuciones o a la brutal represión, los actos de desobediencia civil no han cesado, informó Reuters.
Los cánticos nocturnos contra el régimen resuenan en Teherán y otras ciudades. Muchas de las mujeres entre las docenas de presos recientemente liberados han posado sin velo ante las cámaras. Las autoridades no han dado marcha atrás en la política de hiyab obligatorio, pilar de la República Islámica.