Cuando asumió al frente del Ministerio de Economía, Sergio Massa prometió darle batalla a la inflación. Sin embargo, el dirigente del Gobierno nacional viene fallando en su plan y el 2022 cerró con aumentos del 94,8% interanual y arrancó el 2023 con una primera suba del 6% según INDEC. Claro está que esto repercute en los salarios de las personas y mes a mes están perdiendo poder de compra.
Ante esto, el Ministerio de Trabajo en conjunto con el Palacio de Hacienda deben trabajar para acordar paritarias con los sindicatos, las cuales por lo general son iguales o superiores a la inflación. En este caso se da el sistema inverso porque Kelly Olmos anunció que quieren pactar en aumentos del 60% para los trabajadores, una cifra muy alejada de la realidad.
«Se está en un rango entre 5 y 6%. Nosotros ratificamos la meta del 60% anual. No es algo que se pueda procesar con exactitud matemática, pero estamos trabajando todos para alcanzar el objetivo. Si se analizan los incrementos ya establecidos en las paritarias que se cerraron en revisiones del año pasado, el promedio de las más significativas daba para este mes un incremento salarial de 6 puntos y medio. Esto quiere decir que teníamos una expectativa de mayor recomposición, pero lo que hemos logrado ha sido una capacidad de adelantarnos al índice que se ha dado«, explicó.
Además, la integrante del Gobierno nacional afirmó que las paritarias se acuerdan «sobre la base de la confianza que genera el gobierno en esta materia». Esto hace que todavía sea más preocupante la situación porque la confianza en Sergio Massa cayó exponencialmente en los últimos meses y la inflación proyectada marca una tendencia en alza.
El Gobierno nacional sigue negociando
A su vez, Olmos se mostró flexible en cuanto a las negociaciones con los sindicatos a lo largo del año. «Se pueden poner revisiones más acotadas en el tiempo. Eso no modifica sustancialmente la negociación. Si la paritaria alcanzó un nivel donde no hay una dispersión significativa, la revisión se soslaya o no tiene impacto directo. Si no se ha previsto y la inflación tiene un incremento, se convoca a las partes a pedido de una de ellas o por propia iniciativa de gobierno», aclaró la ministra, según NA.
También explicó que «en alta inflación hay dos factores muy importantes. Uno es la inercia y el otro son las expectativas. Tiene procesos que son específicamente difíciles en un contexto cultural donde la inflación está muy incorporada. La inercia tiene que ver con la cultura para defendernos de estos procesos inflacionarios que hoy están muy influidos por la guerra y la pospandemia, pero que en Argentina tienen una incidencia mayor y las expectativas son las que intentamos moderar construyendo revisiones semestrales«, cerró.