Directa, sincera y sin rodeos. De esta manera es como se muestra nada más y nada menos que Cristina Pérez, una de las periodistas más importantes, destacadas y reconocidas de los medios de comunicación de nuestro país. Esta vez fue noticia debido a lo que decidió manifestar delante de cada uno de los oyentes que la siguen todas las mañanas en su programa de Radio Rivadavia, Cristina Sin Vueltas.
«Cuando te preguntan quién es tu ídolo, pensas en grande. Y en uno de los escenarios más rutilantes del fútbol como es la entrega de los premios The Best de la Fifa, al ser elegido por sus pares como el mejor arquero del mundo, Damián Emiliano Martinez, el Dibu, pensó en grande. En la sala Playel ubicada en una de las zonas más elegantes de Paris, respondió que sus ídolos eran su mamá y su papá. En ese momento, al arquero que parece invencible, al que está casi invicto en la selección, al que no le tiene miedo a nada cuando está frente al arco, le tembló la voz de emoción», comenzó asegurando
«El Dibu Martinez, que se convirtió él mismo en ídolo luego del mundial, e hizo que muchos chicos quisieran ser arqueros, incluido uno de los nenes de Messi que mostró un video donde su hijito atajaba y él le hacía unos tiros, es posiblemente un ejemplo tan masivo que no podemos ni imaginar hasta qué punto sus palabras son un manual pedagógico y un ejemplo que va directo al corazón de los chicos en el que cuenta con toda su confianza. Los chicos escucharon de su ídolo que sus ídolos eran un papa y una mamá trabajando durísimo para salir adelante. Escucharon que ser ídolo es trabajar. En Argentina más de la mitad de los chicos y adolescentes son pobres. Alguna vez el Dibu fue como ellos. El que les habla de lo que vale, es alguien que estuvo ahí», señaló.
Contundente
Sin rodeos, Cristina Pérez decidió ir por más. «El futbol como fenómeno social se le escapa de las manos a cualquiera porque no tiene intermediarios en esa explosión de sentimiento. Y por eso este ídolo luminoso que puso en lo más alto el sacrificio de su mamá y su papá trabajando duro le habla a una Argentina que clama por ejemplos como el suyo. Una Argentina donde la cultura del trabajo fue desmantelada. Donde la dignidad fue puesta de rodillas en función del clientelismo más perverso, donde al que trabaja no le alcanza para no ser pobre. Donde se premia el atajo, pero donde hay millones de personas que a pesar de todo esto, apuestan al camino del esfuerzo y se levantan todos los días para sacar el país adelante», lanzó.
«Hay millones de chicos intentando salir adelante todos los días, que merecen que su esfuerzo mínimamente no sea castigado. Y que alguien a quien admiran diga en voz alta que el esfuerzo vale no es poca cosa. ¿Cuántos padres y madres hay ahora dándolo todo en algún lugar anónimo e invisible sin la más mínima posibilidad de que sus hijos sean Dibu? Para ellos también fue quizás este homenaje, de un muchacho al que en lo más alto, con toda la gloria en las manos, le quedó eso. A veces quizás solo se trata de ser esa Argentina que también somos. El que abandona seguro no gana», sentenció Cristina Pérez.