El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, anunció este lunes una suavización del plan de reforma judicial de su Gobierno de extrema derecha. En un aparente intento por calmar más de dos meses de protestas en todo el país y los recelos emocionados por sus aliados occidentales.
El anuncio se produjo después de que el presidente estadounidense, Joe Biden, pidiera a Netanyahu que busque el compromiso y el consenso en la crisis constitucional que vive Israel. Sin embargo, la decisión fue rechazada por la oposición de centro-izquierda, tras lo que se espera un recrudecimiento de las protestas.
El ya debilitado shekel cayó otro 0,4% frente al dólar. Las acciones de Tel Aviv bajaron un 0,3%. Algunos parlamentarios de la coalición de Netanyahu calificaron las revisiones de «capitulación». El premier, que cuenta con la mayoría parlamentaria, estaba dispuesto a ratificar el paquete de reformas antes del receso de la Knesset del 2 de abril.
Sin embargo, la mayoría de las mismas se aplazará hasta que la cámara legislativa vuelva a reunirse el 30 de abril, según han declarado Netanyahu y sus socios de la coalición nacionalista religiosa. La legislación, que aún debe ser ratificada en las próximas dos semanas, modificaría el método israelí de selección de jueces. Una cuestión que está en el centro de la polémica, ya que los críticos acusan a Netanyahu de intentar frenar la independencia de los tribunales, informó Reuters.
El veterano primer ministro insiste en que busca el equilibrio entre los poderes del Estado. En la conversación telefónica, Biden dijo que apoyaría un compromiso sobre la reforma judicial. Además, animó a que se establecieran controles y equilibrios para llegar a un amplio acuerdo, según la Casa Blanca. Netanyahu tranquilizó al estadounidense sobre la salud de la democracia israelí, según la oficina del primer ministro.