El expresidente del Hospital Garrahan, el nosocomio de Pediatría, Carlos Kambourian, quedó más complicado luego que se confirmara su procesamiento por el supuesto uso de fondos públicos con fines personales. Así lo decidió la Cámara Federal porteña, que aduce malversación de caudales públicos, abuso de autoridad y violación de los deberes de funcionario público.
El fallo confirma también la acusación sobre el exdirector administrativo Alan Norton. “Es razonable concluir afirmando que Kambourian y Norton, pese a estar alertados y conocer que no existía respaldo normativo, utilizaron las tarjetas corporativas asignadas para realizar gastos y adquisiciones con cargo al Hospital pero en beneficio propio”, dan por acreditado los camaristas Martín Irurzun, Roberto Boico y Eduardo Farah.
De esta forma, se confirma la acusación hecha por la fiscal Alejandra Mangano junto con la Procuraduría de Investigaciones Administrativas a partir de la denuncia hecha por Guillermo González Prieto cuando fue presidente del Consejo de Administración del Hospital de Pediatría sobre los manejos irregulares que el Estado otorga a esa institución, según NA.
Qué dice el fallo contra el expresidente del Hospital Garrahan
Los sospechosos gastos estaban justificados como “gastos de representación, de oficina, actividades protocolares y de movilidad” de actividades de la institución. Fue en el período entre mayo de 2018 y enero del 2020 cuando los acusados utilizaron la tarjeta corporativa para gastos personales. “Las primeras irregularidades se verificaron de inicio, es decir, en el procedimiento previo a la implementación del uso de la tarjeta de crédito corporativa”, indica el fallo.
En este sentido, detalla: “Los distintos dictámenes de los órganos internos alertaban sobre la necesidad de dar marco normativo a su implementación en tanto aquella era un mecanismo de pago, no ‘una autorización para gastar’ y que, en ausencia de disposición específica, sólo podrían aplicarse las disposiciones atinentes al fondo rotatorio y las cajas chicas. Ni unas ni otras contemplaban su uso del modo posteriormente verificado en autos”, sostuvieron los jueces.
Como gastos irregulares están el pago de almuerzos, el cumpleaños del propio Kambourian y otro miembro de la familia. “Esos consumos son solo unos pocos de los cientos de gastos en que incurrió Kambourian con la tarjeta corporativa, y la rendición a la que alude la defensa es, en realidad, la presentación de simples comprobantes seguidos de anotaciones manuscritas, genéricas e innominadas de que se trataba de reuniones y encuentros con gente vinculada a la salud o refrigerios y viáticos en ese contexto”, señalaron los jueces.