La Cámara Federal de la Ciudad de Buenos Aires, conformada por Mariano Llorens y Lepoldo Bruglia, confirmaron el fallo del juez Julián Ercolini. Se trata del sobreseimiento del exministro de Justicia de Mauricio Macri, Germán Garavano. Además, el titular del Programa Nacional de Protección a Testigos a Imputados, Francisco Lagos, también tuvo el mismo destino como Alejandro Vandenbroele.
El caso está ligado a Ciccone, hecho en el cual condenador al exvicepresidente Amado Boudou. La fiscal Paloma Ochoa advirtió incumplimientos de parte de Vandenbroele, quien declaró como arrepentido en contra del exministro de Cristina Kirchner. El mencionado se escapó de su custodia y protagonizó un siniestro vial en supuesto estado de ebriedad, además de una presunta «administración fraudulenta» en sus actividades.
Sin embargo, los camaristas consideraron que Lagos actuó dentro de sus facultades y que Germán Garavano no podía conocer los pormenores del régimen de Vandenbroele. Además, como él no administraba el patrimonio del programa -por consecuencia no hay delito posible-, la figura del hombre «arrepentido» no puede haber participado en este hecho.
«El ministro no solo tenía asignado un rol diferente dentro de la tramitación de las ayudas del programa, sino que las dos intervenciones que registró fueron precedidas por la opinión favorable de distintas áreas administrativas, las que intervinieron según sus órbitas de competencia», sostuvieron los jueces en sus fundamentos.
Como si eso fuera poco, la fiscal Ochoa afirmó que el acusado recibió fondos estatales durante dos años y tres meses, cuando el máximo establecido por ley era de seis meses. Sin embargo, el tribunal aceptó esta extensión como una forma de «coadyuvar la situación de las personas que se incorporan al programa, promoviendo y persiguiendo su protección.