Este miércoles los activistas de todo el mundo han convocado concentraciones y marchas para celebrar el Día Internacional de la Mujer. A la vez, los Gobiernos de varios países prometen medidas para ayudar a mejorar la vida de la mitad de la población mundial.
Canadá derogó leyes históricas contra la indecencia y el aborto, Japón dijo que había que hacer más para cambiar las actitudes sobre el género e Irlanda anunció un referéndum en noviembre para eliminar referencias anticuadas respecto a la mujer en la Constitución.
Se organizaron manifestaciones y otros actos en París, Beirut, Bagdad, Karachi, Estambul y Singapur, entre otras ciudades. El Día Internacional de la Mujer tiene sus raíces en los movimientos socialistas y obreros estadounidenses de principios del siglo XX, cuando muchas mujeres luchaban por mejores condiciones laborales y el derecho al voto.
Más de un siglo después, las mujeres celebran sus logros y llaman la atención sobre los esfuerzos que aún quedan por mejorar sus derechos. «Somos mujeres, y muchos de nuestros derechos siguen sin ser respetados por el Gobierno y el país», expresó la activista laboral Yuli Indriani en una concentración de unas 50 mujeres reunidas bajo una intensa lluvia en Yakarta, la capital indonesia, informó Reuters.
Giorgia Meloni, primera mujer en ocupar el cargo de primera ministra en Italia, también se centró en el papel de la mujer en la economía. Afirmando además que las empresas controladas por el Estado consiguieron tener al menos una mujer al frente.
En Japón, que ocupó el año pasado el puesto 116 de 146 países en cuanto a paridad de género en un informe global del Foro Económico Mundial, el secretario jefe del Gabinete, Hirokazu Matsuno, declaró en rueda de prensa que se había avanzado en la mejora de las condiciones laborales de las mujeres, pero que aún quedará mucho por hacer.
En Rusia, donde el Día Internacional de la Mujer es uno de los festivos más celebrados, la presidenta de su cámara alta aprovechó la ocasión para lanzar un vehemente ataque contra las minorías sexuales y los liberales valores promovidos por Occidente. «Los hombres y las mujeres son las columnas vertebrales biológicas, sociales y culturales de las comunidades», expresó Valentina Matviyenko, considerada la mujer más poderosa del país.