El viernes 17 de marzo, cerca de 80 líneas de colectivos realizaron un paro a nivel nacional. Sin un motivo claro y casi de sorpresa, parte del transporte público no tuvo servicio y eso enfureció al Gobierno nacional. Tal es así que la ministra de Trabajo, Kelly Olmos, arremetió contra estas empresas y calificó de «ilegal» la medida de fuerza tomada.
«No es un paro gremial, la UTA (Unión Tranviarios Automotor) no ha decretado ningún paro. Hay un sector interno que perdió las elecciones en el gremio y que pretende mostrar su capacidad de daño teniendo de rehenes a los trabajadores que necesitan del colectivo», explicó la funcionaria acerca de esta decisión gremial, que no tiene que ver con los salarios.
Además, remarcó que «cuenta con la complicidad de la empresa DOTA, que pretende digitar quién es su representación gremial. El paro es estrictamente ilegal«, aseguró. También garantizó que el Gobierno va a actuar «muy fuertemente contra DOTA» por esta medida, al punto tal que dejó sobre la mesa la posibilidad de quitarles la concesión.
De todos modos, la funcionaria del Gobierno nacional aclaró que eso dependerá de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT), aunque sería una medida «extrema». De todos modos, están evaluando una medida ejemplar contra estas empresas para dejar en claro que si no hay un motivo deben trabajar, tal y como señaló en Radio 10.
El enojo de Kelly Olmos
Ante la incertidumbre sobre el motivo del paro, la ministra de Trabajo explicó, con mucho enojo, que «están en la puerta del Ministerio reclamando que dejemos sin efecto una elección que se hizo con veedores, que tuvo definición y en la que ellos perdieron por más de 10 mil votos de diferencia» pero que de todos modos no se dan por vencidos e intentan mostrar su fuerza.