El pasado primero de marzo, el presidente de la Nación, Alberto Fernández, encabezó la apertura de las sesiones ordinarias 2023 en el Congreso de la Nación. Su discurso fue extenso y sobre el final del mismo arremetió contra la Corte Suprema de Justicia, a quien acusó del avance del narcotráfico en el país, entre otras cuestiones. Sin embargo, los representantes del Poder Judicial que estaban allí no contestaron.
Tanto Horacio Rosatti como Carlos Rosenkrantz no se movieron ni contestaron a las agresiones del jefe de Estado, aunque el titular del máximo tribunal ahora sí habló al respecto. «Cuando recibimos la invitación, conversamos entre los 4 ministros y decidimos que sean presidente y vice. Sabíamos cuál podía ser el clima, pero estábamos convencidos de que nosotros no nos tenemos que dejar ganar ni por la pasión ni por la simpatía ni antipatía. Representábamos al Poder Judicial, a todos los jueces», indicó.
Seguido a esto, en TN le preguntaron al juez si evaluaron irse ante las agresiones pero descartó esa posibilidad. «No pensamos en irnos, nos miramos con Rosenkrantz pero hubiera sido un triunfo de la subjetividad por sobre la objetividad eso», explicó Rosatti. Además, el magistrado reiteró que su función allí era demostrar que no se manejan por impulsos y por ello se preguntó: Si el principal tribunal del país tomara sus decisiones en base al afecto o desafecto, ¿Qué podría esperar un jubilado o un trabajador si nos movemos en base a la pasión y subjetividades? Debemos manejarnos así y dar el ejemplo», agregó.
¿Hay rivalidad entre la Corte Suprema de Justicia y el Gobierno?
A su vez, el titular de la Corte Suprema de Justicia explicó que «cada poder del Estado está desarrollando su activiad en base a la competencia que tiene. El senado lo hace en base a la corte y la corte en base al Congreso. Cada Poder tiene una competencia y la de la Corte es ser la última palabra respecto de la constitucionalidad de las normas».
«Hace años fui ministro de Justicia con Néstor Kirchner y ahora soy ministro de la Corte y debo decirle que siempre hay una especie de tensión entre los poderes representativos y judicial. Siempre hay una especie de reclamo entre poderes, es recíproco«, admitió el magistrado, que rechazó la posibilidad de tomar decisiones judiciales en base a una creencia ideológica: «Mi criterio no puede modificarse porque por encima de mí está la constitución», cerró.