Ernesto Tenembaum, periodista y conductor de radio, manifestó que la moratoria previsional podría costarle al Estado medio punto del PBI, ya que se le otorgará jubilaciones a 800.000 personas que no cumplieron con los 30 años de aportes que exige la ley. Por otro lado, Tenembaum se mostró en contra de las medidas represivas del presidente de El Salvador, Nayib Bukele, contra los pandilleros con el hacinamiento en cárceles sin juicio previo.
«Las sesiones ordinarias donde el Congreso puede tratar los temas que se le cantan, más allá de lo que le diga el Poder Ejecutivo, en cambio las sesiones extraordinarias son las que cita el Poder Ejecutivo para debatir temas de urgencia como lo de ayer con la moratoria previsional, que finalmente se aprobó», expresó Tenembaum en una editorial para la radio Con Vos.
«La nueva ley permitirá que 800.000 personas, que no habían pagado los 30 años de aportes por diversos motivos, cobren la jubilación mínima. Por lo tanto, del haber jubilatorio se les restará una cantidad de plata por mes para pagar los aportes que les faltan. Esto tiene un costo para el Estado y algunos dicen que es medio punto del PBI», afirmó el comunicador, psicólogo y escritor.
«En la agenda informativa aparecen las imágenes del Gobierno de El Salvador que muestra cómo se combate a los grupos de delincuentes violentos. Esos pandilleros habían tomado los barrios del país cobrando impuestos, amenazando, violando y secuestrando a una sociedad que estaba aterrorizada. Llegó Bukele, un joven dirigente de 41 años y los combatió a sangre y fuego. Ahora el mandatario difunde imágenes de las cárceles donde están hacinados», señaló el exconductor de Palabras más, palabras menos.
«Bukele fue eficiente en esa guerra, pero se comió la democracia porque no hay derecho a defensa en un juicio. Entonces, hay toda una amenaza de que cualquiera que proteste va preso también. Veo una sociedad que fracasó y ojala que en la Argentina no pase algo así. Creo en la democracia, en los derechos humanos y hay países que combaten el delito respetando los derechos humanos. Veo argentinos que dicen ser de la república y se cagan en todo. Hay que buscar un equilibrio», concluyó.