El primero de septiembre del 2022, Fernando Sabag Montiel se acercó al domicilio de la vicepresidenta de la Nación, Cristina Kirchner, y le gatilló dos veces. La bala no salió y se activó un protocolo para resguardar a la exmandataria mientras que al hombre se lo llevaron detenido. De allí en adelante comenzó una investigación que tiene varios detenidos pero que todavía no llegó al juicio.
Varios meses después, el principal acusado rompió el silencio y reveló que quiso matar a la funcionaria «por la situación del país». En este mismo sentido, confesó que lo hizo «por motus propia. Están inventando una historia Actué solo con respecto al atentado. Y tengo las pruebas acá, Brenda Uliarte no tiene nada que ver», agregó.
«No me arrepiento«, admitió Fernando Sabag Montiel que reconoció que la situación lo superó y que era tanta la tensión que tenía, que no logró su objetivo. «Imaginate los nervios de estar en un lugar, de tirar la corredera tiré el pestillo para atrás y cuando tiré el gatillo no salió el tiro. Porque entre tanto tumulto, tanta gente, estaba nervioso«, explicó en C5N.
Respecto al ataque, el hombre indicó que el arma «estaba cargada, tiré el gatillo y el tiro no salió. Tenía cinco balas el arma. Después me plantaron balas en mi casa. Pusieron droga diciendo que yo era un drogadicto. Están defenestrando, inflando una imagen que yo no soy todo lo que dicen», cuestionó acerca de la Justicia y del perfil que instalaron sobre él.
La queja de Fernando Sabag Montiel
Por otro lado, el imputado reclamó, por medio de un escrito, que su situación en el penal de Ezeiza no es la mejor y que la jueza está influyendo en su sitaución. «Me tienen secuestrado, no puedo salir por decisión de la vicepresidenta y de la jueza María Eugenia Capuchetti«, detalló el acusado que, por ahora, está preso junto a Brenda Uliarte y otros cercanos como Nicolás Carrizo.
