Kiev manifestó este lunes que sus tropas siguen resistiendo en una lucha «infernal» por Bajmut, mientras que Estados Unidos afirmó que, aunque la ciudad oriental de Ucrania caiga ante la ofensiva rusa, ello no daría necesariamente a Moscú un impulso en la guerra.
En la última señal de enemistad entre el Ejército ruso y el grupo privado Wagner, que lidera el asalto a Bajmut, el jefe de la fuerza paramilitar exigió más munición y dijo que a su representante se le había prohibido el acceso al cuartel general operativo del ejército.
Rusia está intentando rodear Bajmut para asegurarse su primera victoria importante en más de seis meses, en la culminación de una ofensiva invernal que ha provocado los combates más sangrientos de la guerra. Las tropas ucranianas han estado reforzando posiciones al oeste de Bajmut, en aparente preparación para una posible retirada, pero hasta ahora no parecen haber decidido retroceder.
El secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, expresó que no puede predecir cuándo o si las tropas ucranianas abandonarán la ciudad, pero que su caída «no significará necesariamente que los rusos hayan cambiado la marea de esta lucha». «Creo que tiene más valor simbólico que estratégico y operativo», agregó, replicó Reuters.
Moscú dice que capturar la ciudad sería un paso hacia su principal objetivo de apoderarse de todo el territorio de la región circundante del Dombás. Volodímir Nazarenko, comandante de las tropas ucranianas en Bajmut, dijo que no había habido ninguna orden de retirada y que «la defensa está resistiendo» en condiciones nefastas. «La situación en Bajmut y sus alrededores es infernal, como en todo el frente oriental», afirmó.