La apertura de sesiones ordinarias en la Cámara de Diputados trajo consigo varias perlitas. Con masivos cortes en las calles porteñas y un Congreso caliente, algunos funcionarios fueron protagonistas por momentos llamativos que se apreciaron en las primeras horas del inicio de actividad. El reencuentro entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner fue uno de los sucesos que más marcó esta jornada.
El reencuentro de Alberto Fernández
Nueve fueron los meses que pasaron desde que se mostraron en un escenario, un lapso que tradujo las diferencias y tensiones internas que marcaron los tres años de gestión del Frente de Todos (FdT). En esa ocasión fue en un acto en YPF, que significó la antesala de la salida de Matías Kulfas, exministro de Desarrollo Productivo.
Luego de seis meses sin encontrarse cara a cara (cuando ocurrió el atentado contra la vicepresidenta), ambos se unieron mediante un adusto saludo y sin estrecharse las manos. Así lo hicieron durante el trayecto rumbo al salón Azul del Senado, donde llevaron a cabo las firmas del libro de actas. Para esta ocasión, Alberto Fernández arribó al Palacio Legislativo junto al jefe de Gabinete, Agustín Rossi, mientras que la Vicepresidenta abrió las sesiones ordinarias junto a la titular de la Cámara de Diputados, Cecilia Moreau; y la presidenta provisional del Senado, Claudia Ledesma Abdala.
Fernando Iglesias, de espaldas
Otro de los momentos destacados fue cuando el diputado de Juntos por el Cambio Fernando Iglesias se dio vuelta para darle la espalda a Alberto Fernández durante su discurso. Posteriormente, el mismo funcionario le profirió insultos ante la fuerte crítica del jefe de Estado a la Corte Suprema por el fallo de la coparticipación a favor de la Ciudad de Buenos Aires. «Es un honor que me insulte, diputado Iglesias», afirmó Fernández.
Máximo Kirchner, el gran ausente en la Cámara de Diputados
El diputado del Frente de Todos Máximo Kirchner fue el único ausente en la apertura. El líder de La Cámpora mantiene un profundo desacuerdo político con el presidente Alberto Fernández, que se cristalizó con la firma del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). El reencuentro con Cristina Kirchner no bastó para que el referente político declinara su dura postura.
Hace unos días, Kirchner agitó la interna al expresar su deseo de que el próximo gobierno esté en manos de “un buen o una buena peronista”. Con la mirada puesta en Cristina Kirchner, el mandatario fue, nuevamente, un blanco dentro de su propio espacio, y lo es ahora con la ausencia ruidosa de La Cámpora en las calles en el día de hoy.