Se trata, sin lugar a dudas, de uno de los bailarines más destacados, reconocidos y talentosos de nuestro país. Maximiliano Guerra supo conquistar al país y al mundo con su despliegue en diversos espectáculos. Sin embargo, hoy, tal como lo contó en América TV, tiene decidido involucrarse en política siendo parte de Juntos Por el Cambio.
En “Epa”, el programa que lleva adelante Nicolás Magaldi, reveló el motivo por el cual tomó esta determinación. “No hay que generalizar. Hay políticos muy buenos, interesantes y honestas. El otro día lo hablaba en una entrevista: volví a la Argentina para devolverle lo que me dio. Creo que se lo merece y necesito hacerlo”, comenzó señalando.
“Yo estudie en el Colon gratis, fui al Mariano Acosta gratis, tuve al público que me aplaudió… cuando llegue a Londres a vivir tenía veinte años y la primera frase que le dije a mi vieja fue: ‘mamá, acá los teléfonos públicos funcionan’. Quiero que no nos enorgullezcamos porque un pibe de ocho años está emocionado porque abre una canilla de agua por primera vez. Lo grave es eso”, aclaró.
“En este mundo (en referencia al artístico) vivimos en una burbuja, no estamos en la que les pasa a los pibes. Yo recorro mucho el país con Miriam, mi mujer. Y lo que marco siempre es que con la educación pública logramos un montón de cosas. Hoy en día eso es relativo. De un tiempo a esta parte estamos obligados a ir a una privada”, señaló Maximiliano Guerra en América TV.
Tajante
Hace un tiempo, el artista fue noticia por el descargo que publicó en sus redes sociales contra el lenguaje inclusivo. “Fui a una oficina a realizar un trámite. En el vidrio había un cartel que decía: ‘Todes les abuelites serán atendides pronte (¿lenguaje inclusivo?)’. No me gustó y comencé a hablar con lengua de señas. Obvio, no me entendían. Llamaron a otra empleada, tampoco entendía nada”, lanzó.
“Saqué mi tablet y escribí en Braille. Menos. Entonces hablé: ‘Perdone señorita, pero eso es inclusión. Poder entender lengua de señas, saber Braille, tener rampas para sillas de ruedas, alguien para ayudar a personas con muletas, bastones. Mientras hablaba, otra empleada fue y sutilmente sacó el cartelito. Eso es inclusión’. Lamento si muchos de ustedes no están de acuerdo, pero el idioma español es tan rico que no merece esta payasada. Yo lo copié. Si pensás igual, hacé lo mismo. Sí a la verdadera inclusión”, finalizó Guerra.