Al menos 39 personas, provenientes de América Central, murieron en un incendio en un centro para migrantes en Ciudad Juárez, al norte de México. Según informó este martes el Instituto Nacional de Migración (INM), había 68 hombres adultos alojados en la instalación en la ciudad ubicada frente a El Paso, Texas.
Y unos 29 de ellos resultaron heridos en el incendio que estalló el lunes por la noche. Fueron trasladados a cuatro hospitales en el área. Un testigo de Reuters vio cuerpos alineados en bolsas para cadáveres y confirmó que el fuego, cuyo origen está bajo investigación, había sido extinguido. Muchos de los migrantes en la instalación eran venezolanos.
El incendio, uno de los más mortíferos de su tipo en los últimos años, ocurre mientras Estados Unidos y México luchan para hacer frente a niveles récord de cruces en su frontera compartida. En las últimas semanas, se ha visto una acumulación de migrantes en las ciudades fronterizas mexicanas. Las autoridades intentan procesar las cientos solicitudes de asilo utilizando una nueva aplicación del Gobierno estadounidense, conocida como CBP One.
Muchos migrantes sienten que el proceso está tomando demasiado tiempo. A principios de mes, cientos de ellos, se pelearon con funcionarios estadounidenses en la frontera, frustrados por las dificultades por asegurar las citas de asilo, informó Reuters.
En enero, Estados Unidos dijo que ampliaría las restricciones de la era Trump para expulsar rápidamente a los inmigrantes cubanos, nicaragüenses y haitianos atrapados cruzando ilegalmente la frontera. En un esfuerzo por contener los flujos fronterizos. Al mismo tiempo, anunciaron que permitiría que hasta 30.000 personas de esos tres países, más Venezuela, que ingresen al país por vía aérea cada mes.