El presidente Alberto Fernández volvió a meter la pata al realizar este miércoles un controversial pedido, en el marco del “8M”, Día de la Mujer. Es que mientras cerraba una reunión en la Casa Rosada para el impulso del programa “Constructoras”, el mandatario se mandó una de las suyas y expuso la necesidad de incorporar hombres “que no crean que hay un género superior” en los espacios de discusión.
“Sé que ustedes mueven el mundo, pero nosotros también queremos moverlo. Me gustaría mucho que en las próximas reuniones mixturemos esto con hombres que, como yo, creemos que somos todos iguales, que no debe haber diferencias y que no hay un género superior al otro. Debemos respetarnos y amarnos como seres humanos que somos”, manifestó el Fernández, según NA.
Más allá de eso, el Presidente sostuvo que su “merito” es haberse puesto “al frente de esa inmensa marea verde que conmovió a todos”. En este sentido, desde el Salón de las Mujeres, celebró la sanción de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo y el Plan de los 1.000 días, conquistados el 29 de diciembre de 2020. “Esto no ha terminado. Hay que seguir porque estamos muy lejos y hay que ser honestos con nosotros mismos”, arengó.
Asimismo, rememoró: “En un escenario en el que el colectivo feminista puso en el debate público estos problemas, nuestro mérito fue tomar esas demandas y convertirlas en reglas para que la sociedad cambie”. En la misma línea, destacó que desde su sanción que apuntaba a “preservar la vida de las mujeres”, se redujo en un 40% la tasa de mortalidad en mujeres que abortaron. Y subrayó la baja en los índices de mortalidad infantil que registró, en 2021, ocho decesos de cada mil nacidos.
En otro pasaje de su discurso, el jefe de Estado propuso discutir los mecanismos para generar una mayor equidad y denunció que las mujeres y diversidades padecen desigualdad laboral y social. “La desigualdad que existe es muy grave, muy profunda y dañina porque supone la postergación de muchos y de muchas y eso no es bueno. Ninguna sociedad se siente cómoda en su desarrollo con semejante grado de desigualdad”, afirmó.
“La utopía tiene que ver con poner a la mujer en el lugar que corresponde que es que tenga las mismas oportunidades que los hombres, y las desigualdades se exhiben en los trabajos, donde por el mismo trabajo es remunerado de manera distinta, en lo horrible de su homicidio, donde alguien que por su condición de género se siente con su capacidad y derecho por ser violento. Con esto hay que terminar y seguir avanzando y nosotros hemos hecho bastante porque esa igualdad se consolide poco a poco”, amplió.