(Por Matilde Sera).- Problemas en el paraíso. Este fin de semana Tulia Snopek, la esposa del gobernador y precandidato presidencial, Gerardo Morales, tuvo su finde soñado. Fue una de las figuras descollantes en la coqueta Fiesta de la Vendimia, en Mendoza. Particularmente brilló en la fiesta que organizaron Daniel Vila y su esposa Pamela David. Pero, como nadie es profeta en su tierra, tuvo que retar públicamente a su esposo por no haberla invitado a un acto oficial.
Ayer, se realizó el izamiento de la bandera junto a las Mujeres Gauchas de Jujuy. Es un acto tradicional, que se realiza hace varios años para conmemorar, en el Día Internacional de la Mujer, a las personalidades destacada de la provincia norteña que lucharon por la patria y por la independencia. El acto fue muy emotivo. Gerardo Morales saludó una a por una a las mujeres que estaban presentes. Sin embargo, se le pasó un pequeño detalle: invitar a su esposa.
El momento que dejó mal parado a Gerardo Morales
El hecho podría haber pasado desapercibido. Incluso la community manager del Gobierno tampoco notó que la primera dama no había sido invitada y subió un extenso y emotivo reel a la cuenta oficial de Instagram del gobernador Gerardo Morales. Pero toda la elegancia y la emotividad quedaron absolutamente en off side cuando la primera dama hizo un comentario en la cuenta oficial de su esposo. “Qué falta de respeto, a mí ni me invitaron”, acusó.
Lo más grave es que la publicación y la respuesta estuvieron el suficiente tiempo como para que haya millones de capturas de pantalla y se viralice por las redes sociales. La humillación, que podría haber sido contenida, se hizo sumamente pública. Los teléfonos de Casa de Gobierno explotaron hasta que un alma generosa notó lo que estaba pasando y mandó a borrar la publicación.
Ahora la cuenta oficial del mandatario parece la cuenta de la familia Morales – Snopek. De las seis primeras publicaciones, en tres aparece con Tulia y con la hija de ambos Guadalupe y en la restante le agradece a su esposa por acompañarlo siempre. No obstante, según se cuenta en los pasillos del palacio gubernamental, los esfuerzos del precandidato presidencial no le alcanzarán para no dormir esta noche en el sofá.
