Roberto Baradel, pese a ser un aliado del Gobierno nacional, se molestó por el arreglo al que llegaron empresarios, dirigentes gremiales y la ministra de Trabajo, Kelly Olmos. La concordancia desencadenó en que en junio el salario mínimo llegue a $88 mil. De todos modos el titular de SUTEBA aseguró que se retiró disconforme de la reunión.
El dirigente gremial le pidió a las autoridades que se debata una suma fija para trabajadores formales. La inflación pone cada vez más en riesgo el poder adquisitivo de los ciudadanos. Es por eso que Baradel exigió: «El tema de la distribución del ingreso es fundamental y esos números, más allá de lo que digan, con el porcentaje de la inflación de este mes, el salario es muy bajo», argumentó.
«El tema de las paritarias lo mismo, son herramientas para defender el tema del salario, pero el Consejo del Salario tendría que ayudar a mejorar la situación de los que menos tienen, por eso se denomina así. El número en el que se establece el Salario Mínimo, Vital y Móvil termina siendo mínimo, pero no vital», continuó el representante de los maestros en la provincia de Buenos Aires.
Roberto Baradel volvió a hacer hincapié en la importancia de una suma fija a causa fue la inflación y la caída real del poder adquisitivo: «El tema de la distribución hay una regresión terrible, por eso seguimos exigiendo la suma fija porque no avalamos el salario mínimo vital y móvil que se estableció», concluyó uno de los dirigentes aliados al Gobierno nacional.
«El año pasado cerramos una paritaria del 42,5%, la inflación terminó de casi 95% y tuvimos cuatro readecuaciones y nuestra paritaria terminó en el 106%. No teníamos que movilizarnos, reclamar, hacer conferencia de prensa, presentábamos una nota en el Ministerio de Trabajo y nos convocaban a discutir», selló Roberto Baradel.
