En solo estos días, tres bancos de Estados Unidos quebraron y provocaron una fuerte incertidumbre a nivel global. Como consecuencia de ello, tanto el Riesgo País de Argentina como la cotización de dólares financieros y del blue aumentaron significativamente, sacudiendo una vez más la crisis económica nacional. Sin embargo, como describió Jonatan Viale, el kirchnerismo vive en una realidad paralela. En vez de enfocarse, como Gobierno, en sacar adelante del país, siguen arengando por el operativo clamor hacia Cristina Kirchner.
«Es un Gobierno que está perdido. El mundo está mirando estupefacto una crisis internacional que se puede llevar puesta a bancos y a países enteros. Mientras tanto, nos gobierna gente diminuta, chiquitita, que discute si Alberto Fernández se tiene que presentar o no a las PASO. El dedo de Cristina estamos discutiendo», destacó en su columna editorial de Radio Rivadavia.
«El mundo tiembla y ellos discuten sobre la vagancia de Máximo Kirchner y el Sega, y el Family», destacó también Jonatan Viale al recordar la chicana de Aníbal Fernández contra el diputado. Y agregó: «Vamos a suponer que otra vez el peronismo se deja secuestrar por el peronismo de Cristina Kirchner. ¿Cómo le fue al PJ cada vez que Cristina usó ese dedo?».
El dedo de Cristina
A continuación, el periodista enumeró los fracasos del dedo de Cristina para poner a su gente en el poder. En primer lugar, nombró la derrota de Martín Insaurralde (FpV) ante Sergio Massa (FR) en las PASO legislativas de 2013. La otra derrota, más contundente, ocurrió con la fórmula presidencial de 2015 Daniel Scioli-Carlos Zannini, que perdió ante la opositora de Mauricio Macri y Gabriela Michetti.
El tercer «dedazo» fue el fracaso de Aníbal Fernández y Martín Sabbatella para gobernar la provincia de Buenos Aires ante María Eugenia Vidal. El cuarto «dedazo» fue elegirse ella misma como candidata en 2017, con un fracaso posterior contra Esteban Bullrich. «Conclusión: cada vez que Cristina condujo la táctica electoral del peronismo fue un desastre. La señora es una pésima estratega», indicó.
No obstante, nadie le dice a la vicepresidenta que es «una pésima conductora» porque «le tienen miedo». «El peronismo vive secuestrado y aterrorizado por una conducción que es tóxica», resumió Viale. Así, mientras la canasta básica alimentaria es cada vez más inaccesible, la discusión sigue siendo alrededor de Cristina y sus decisiones.