El presidente Alberto Fernández brindó este miércoles su discurso ante la Asamblea Legislativa en el Congreso de la Nación. Fue en el marco de la apertura del 141º período de sesiones ordinarias. Esto posibilitó además el reencuentro de Fernández con la vicepresidenta Cristina Kirchner. La titular del Senado no pasó desapercibida, pues, sus gestos durante el discurso del jefe del Estado valieron más que mil palabras.
Luego de saludar a la tropa del Regimiento de Granaderos a Caballo e ingresar al Parlamento, Cristina se acercó a Fernández, lo abrazó protocolarmente, le dio un beso y se retiró de la escena para darle lugar a las dos mujeres que la acompañaron a presidir la jornada. Un abrazo y beso también por parte de la presidenta provisional del Senado, Claudia Ledesma Abdala, y luego de Cecilia Moreau, titular de Diputados, quienes lo escoltaron hasta el salón en donde estrechó las manos de distintas diputadas.
Cristina pasó por detrás del Presidente y le indicó, con un ademán con el brazo, ir a firmar el libro de actas. Con un gesto adusto, Fernández sembró su rúbrica mientras Cristina no paraba de dar indicaciones y llamó en reiteradas ocasiones a Moreau para que también firme y pose en una foto de protocolo junto al mandatario y Ledesma Abdala. La vicepresidenta hasta llegó a tomar a Moreau del brazo.
Pero esto no fue todo. Antes de comenzar el discurso de Fernández, los cruces de miradas los compañeros de fórmula fueron casi nulos. Pues, el Presidente miraba hacia los palcos del Congreso y saludaba con una sonrisa, levantando un brazo. En tanto, la vicepresidenta rechazó que Fernández le llene un vaso con agua mineral. Con su mano le hizo el gesto que se detenga, que ella tenía la suya y que beba tranquilo, señalaba Cristina.
La notoria incomodidad del momento fue proporcional a la escueta presentación de Cristina Kirchner hacia Alberto. Luego Fernández, comenzó su discurso, que se extendería por dos horas. En el mismo, expuso los resultados de su gestión y profundizó su reclamo de una reforma integral de la Justicia con fuertes cuestionamientos a la Corte Suprema.
Otros momentos de Cristina Kirchner en la Asamblea Legislativa
Mientras el Presidente se pronunciaba, Cristina se mostró sonriente y distendida, y escuchó con pequeños gestos de aprobación el planteo que hizo Fernández sobre la existencia de “una estructura que opera de manera coordinada en la que se involucran miembros del Poder Judicial, medios de comunicación y políticos de la oposición”, en un accionar que suele ser “apuntalado por servicios de inteligencia”.
En el tramo del discurso en el que el jefe de Estado afirmó que Cristina Kirchner “es perseguida” por la Justicia para su “inhabilitación política”, la exmandataria y titular del Senado se mantuvo imperturbable, así como en el pasaje en el que reclamó que la justicia “investigue, juzgue y condene” el intento de asesinato en su contra ocurrido el 1 septiembre pasado.
La vicepresidenta tampoco hizo gestos cuando Fernández aseguró que ella “es perseguida injustamente” y que él está al lado ante esas circunstancias. Por otra parte, se mostró emocionada durante el homenaje a los excombatientes de Malvinas, entre los cuales se mencionó especialmente al diputado Aldo Leiva, que participó del conflicto bélico.
El diálogo con Mayans al abrir la ceremonia
Asimismo, la dos veces presidenta de la Nación bromeó con el jefe de la bancada de senadores del Frente de Todos, José Mayans, en un intercambio ante los micrófonos, al abrir la ceremonia. Mayans celebró que fueron tres mujeres las que presidieran esta vez la ceremonia, un hecho sin precedentes y correspondido por Cristina. “Las tres, ¿viste? Un aplauso. La primera vez que somos todas mujeres”, acotó ella. Acto seguido, dio inicio a los honores para recibir al jefe del Estado.
