Alfredo Leucole dedicó su editorial a Fernando Bravo y, por unos instantes dejó atrás el análisis político. En su emisión reciente por Radio Mitre, el comunicador homenajeó a su colega y se encargó de repasar los puntos más importante de su carrera en la televisión pero hizo hincapié en su desempeño en la radio.
“Fernando Bravo, ese ícono de la radio y la tele, me honró permitiéndome trabajar a su lado durante muchos años. Al comienzo tenía un saludo maravilloso de orgullo por sus raíces. Se encendía la luz roja y decía: ‘Buenos días, de San Pedro, llegó Bravito’. Y arrancaba el programa que tanto disfrutamos juntos. Y en el que tanto aprendí. Después me honró con su amistad campechana”, recordó Alfredo Leuco para comenzar.
Y remarcó: “Cumplió años y lo llamé para felicitarlo. Estaba en Bahía Blanca donde festejó junto a su nietita que también celebró su cumple. Los que trabajamos en la radio y en la tele le debemos muchas cosas pero yo en particular, le debo casi todo. Hace 50 años que juega en primera. Y le sigue dando muchas satisfacciones a la hinchada”.
“Un golcito en una tarde de suerte lo hace cualquiera. Un éxito fugaz, un toco y me voy, suele ocurrir. Pero jugar durante 50 años en primera es una prueba que solo pasan los grandes”, remarcó Alfredo Leuco. En ese contexto, el presentador de Radio Mitre comentó: “Bravito periodista de la nostalgia, de la ética republicana, el conductor de los programas de juego, el que no oculta sus lágrimas ni sus risas, el que juega de arquero y de nueve. El Fernando de las emociones. Su corazón goteando en la pantalla. Su capacidad de descubrir talentos y potenciarlos. Y lloró. Por las despedidas al aire y de los televidentes y por su viejo y su vieja, y por el amor de Andrea Montaldo, es decir el amor de los amores”.
“Fernando Bravo, con la cabeza blanca y las manos limpias. Con la tozudez y la sensibilidad de los vascos. Mire, si algo es Fernando Bravo en la historia de la tele argentina, es la emoción. Piel. Voz quebrada, sentimiento puro sin maquillajes, transparencia, honradez, magia para crear climas en los momentos justos. Chistes ingenuos a la velocidad de la luz, reírse de sí mismo y de sus furcios, profesionalismo, horas de trabajo: 50 años en primera. Hizo de todo y lo hizo muy bien. Pero el siente que sigue siendo un simple locutor que vino de San Pedro a entregar su corazón. Feliz Cumpleaños, hermano”, dijo Leuco para finalizar.