La vicepresidenta Cristina Kirchner reapareció públicamente este jueves en un acto en la localidad bonaerense de La Plata. Fue durante el lanzamiento de la Escuela Justicialista Néstor Kirchner (EJNK), a casi una semana del renunciamiento del actual jefe de Estado, Alberto Fernández, a las elecciones 2023. En este marco, la titular del Senado cuestionó la dolarización que propone el diputado nacional y precandidato presidencial Javier Milei (La Libertad Avanza).
“La inflación no para con la dolarización”, enfatizó Cristina Kirchner. Para argumentar su afirmación, puso como ejemplo lo que sucede en Ecuador, que carece de una política monetaria. “Somos un país industrial, con energía nuclear. Si vemos lo que pasa en Ecuador, la inflación no para con la dolarización. Como no emite moneda, no hay posibilidad de tener una política monetaria, como la tuvimos con el Covid-19 para hacer frente a los gastos de salud y vacunas”, manifestó la vicepresidenta.
En este sentido, afirmó que “el pasado aparece otra vez acá en el presente”, al referirse a una “situación en la que figuras, ideas y hechos del pasado parece que quieren venir nuevamente a instalarse en el presente para condicionarnos y condicionar el futuro”. De esa manera, Cristina aludió a Milei, a quien nunca nombró por su nombre o su apellido, sino como “discípulo” del exministro de Economía Domingo Cavallo, a quién tampoco nombró.
De hecho, a Cavallo lo describió como “un señor de ojitos claros que luego fue ministro de Economía”. En tanto, a Milei, como su “discípulo de ojitos claros”, aunque “con más pelo”. Enfocándose en la propuesta del libertario, Cristina aclaró que “la convertibilidad y la dolarización no son lo mismo. La dolarización es mucho peor. Si salimos como salimos de la convertibilidad, imagínense con la dolarización”, señaló.
“La bomba (que dejó la convertibilidad) nunca se desactivó porque ésta explotó en la cara de 40 millones de argentinos; en las plazas, en la desocupación, y, finalmente, en la captación de los depósitos a plazo fijo, porque la convertibilidad terminó como empezó”, arrancó la vicepresidenta. Y afirmó: “La convertibilidad fue una idea o una solución. Nos dijeron que un peso era igual a un dólar”.
“Fue la dolarización de la economía. Una dolarización no extrema. Significaba una disciplina fiscal muy dura, pero fundamentalmente que primero hubo que capturar todos los plazos fijos en los bancos y el déficit cuasi fiscal del Banco Central. Esto fue el plan Bonex. El entonces ministro de Economía (Erman González) anuncia que nadie iba a poder retirar los plazos fijos de los bancos. Ese año nuevo no se conseguía ni comida. Y el plan Bonex se pagó después a los 10 años en el ’99. En virtud de ese plan Bonex, el señor de ojitos claros (Cavallo) pudo anunciar la famosa convertibilidad un año y pico después”, repasó la vicepresidenta.
Y continuó: “La convertibilidad fue sostenida con los dólares que entraron de las privatizaciones y cuando éstos se acabaron, con los dólares del endeudamiento que la Nación tomaba para que la base monetaria estuviera respaldada por dólares. Eso, obviamente, no duró. Comenzó al producirse una apertura comercial indiscriminada, a destruirse todo el aparato industrial, a aumentar la desocupación, así como cayeron el precio de las materias primas”.
“La cuestión es que la convertibilidad explota y no le explota al Gobierno que la había creado. Pero la campaña de la Alianza había sido que iba a sostener la convertibilidad. Y explotó; terminó como empezó. Salió la gente a la calle: muertos, violencia, represión. Esta es la historia de la convertibilidad en la Argentina. Es la historia de la dolarización”, reflejó la dos veces Presidenta.
En cuanto a la dolarización, subrayó: “Nos vienen a decir que lo que fracasó años atrás hoy puede ser la solución”. “Cuando Néstor (Kirchner) asumió como Presidente, la desocupación era dos dígitos, con un 2 adelante. Con el PBI cayendo en picada. Y hoy, nos vienen a proponer exactamente lo mismo y estamos todos discutiendo lo que fracasó hace más de 20 años. Y los dirigentes del otro sector político de lo que hoy es la Alianza, que alguna vez fue Gobierno, también eran los funcionarios que en ese momento la gente decía ‘que se vayan todos’”, sentenció.