Un sobrio expresidente Donald Trump arremetió el martes contra el fiscal de Nueva York, Alvin Bragg, por presentar cargos penales en su contra. Además, se declaró víctima de interferencia electoral sin ofrecer pruebas. «Nunca pensé que algo así pudiera ocurrir en Estados Unidos», expresó a sus partidarios reunidos en su casa de Mar-a-Lago.
«El único crimen que he cometido ha sido defender sin miedo a nuestra nación contra aquellos que buscan destruirla», agregó. Anteriormente, Trump se declaró no culpable de 34 delitos graves de falsificación de registros comerciales. Los fiscales de Manhattan lo acusaron de pagar a dos mujeres antes de las elecciones del 2016 para que no hablen sobre sus encuentros sexuales con él.
Trump, candidato a la nominación presidencial en 2024, pese a lanzar una diatriba contra los fiscales, no convocó nuevas protestas de sus partidarios. Y aunque se espera que vuelva pronto a la campaña electoral, no dio detalles al respecto. El magnate se declaró acosado por adversarios políticos que utilizan el sistema legal en su contra para tratar de impedir que regrese a la Casa Blanca en 2024.
Además, acusó a Bragg de ir a por él «antes de saber nada de mí». Agregó que el juez del caso, Juan Merchan, es «un juez que odia a Trump», pero no ofreció ninguna prueba que apoye su afirmación de que buscan socavar su candidatura a la Casa Blanca, informó Reuters. La esposa de Trump, Melania, no fue vista en el salón.
También arremetió contra las distintas causas judiciales abiertas contra él. Desde el manejo de documentos clasificados que fueron llevados a Mar-a-Lago cuando dejó la Casa Blanca, la investigación sobre el asalto al Capitolio y el caso de injerencia electoral al que se enfrenta en Georgia por las elecciones de 2020.