Tras conocerse el dato de la inflación de marzo, 7,7% mensual y 104,3% interanual, desde el equipo del ministro de Economía, Sergio Massa, salieron a echar responsabilidades. Sin hacerse cargo, el viceministro de la cartera, Gabriel Rubinstein, habló del impacto económico generado por la sequía, las altas temperaturas y la gripe aviar. En tanto, el secretario de Comercio, Matías Tombolini, se la agarró con los “formadores de precios”.
En conferencia de prensa, Tombolini apuntó a los “formadores de precios” que “no están cumpliendo con lo acordado”. “El dato de inflación que se conoció el día de hoy es un dato que nos duele y somos conscientes del impacto que esto conlleva en el bolsillo de los argentinos”, indicó el funcionario, al reconocer que el esfuerzo llevado a cabo hasta el momento para contener la inflación “no ha sido suficiente”.
Tombolini advirtió en este sentido que desde Economía van a “fortalecer la rigurosidad con los formadores de precios en la fiscalización”. “Junto a la nueva administración del Mercado Central aspiramos a mejorar los controles y el trabajo con los formadores de precios en frutas, verdura y ortalizas”, agregó el integrante del Palacio de Hacienda.
También atribuyó el dato de la inflación a “la peor sequía desde 1922, la ola de calor más fuerte desde 1906 a un mes de marzo, así como la gripe aviar impulsaron en 2,1 el índice que acabamos de conocer”. En este punto, el titular de Comercio coincidió con Rubinstein, quien luego de la publicación del índice publicó un comunicado a través de la Secretaría de Política Económica.
Desde el Gobierno se seguirá “procurando bajar la inflación combinando políticas fiscales y monetarias”, señaló Rubinstein. Junto a esas medidas se implementan “políticas de ingresos (acuerdo con empresas y otras), que coadyuven a frenar los aspectos inerciales de les tasas de inflación”, agregó el viceministro de Economía, al reconocer que el 7,7% de marzo fue “un dato de inflación sumamente elevado”.
Resaltó la incidencia de aspectos particulares, “que suelen aumentar en esta época del año” como educación, 29,1%; frutas, 14,2%; y verduras, 9,1%; a los que se sumaron indumentaria por cuestiones de cambio de temporada». Para Rubinstein “durante el primer trimestre, la sequía, las altas temperaturas y la gripe aviar” fueron las que “generaron mayor impacto” sobre los precios de las frutas, verduras, pollo y huevos.
También esos factores “influyeron en aumentos del 11,5% en la carne vacuna y del 26,7% en el pollo con una significativa incidencia” en el Índice de Precios al Consumidor. Rubinstein destacó finalmente: “Si consideramos la inflación núcleo y le restáramos la carne, la suba habría sido del 6,5%, que igualmente es un registro muy alto”. Varios de estos factores no estarán presentes en abril “de modo que esperaríamos un descenso de cierta magnitud en el índice general”, concluyó.
