Más de 28.000 casos de dengue se confirmaron hasta el momento en toda la Argentina, según el último informe del Ministerio de Salud de la Nación. Asimismo, ya hay contabilizados 915 de chikungunya. Hasta el 1º de abril pasado, se notificaron 28.235 casos de dengue, de los cuales 25.419 adquirieron la infección en el país. Respecto a chikungunya, 348 fueron los casos adquiridos en el país.
La cartera sanitaria también informó que al momento, la circulación de dengue se identificó en 14 jurisdicciones correspondientes a tres regiones: región Centro (Buenos Aires; CABA; Córdoba; Entre Ríos; Santa Fe); NEA (Corrientes; Formosa; Chaco); y NOA (Catamarca; Jujuy; La Rioja; Salta; Santiago del Estero y Tucumán). Mientras que la de chikungunya en Buenos Aires, CABA, Chaco, Córdoba, Corrientes, Formosa y Santa Fe.
El dengue es una enfermedad viral transmitida por la picadura de los mosquitos Aedes, principalmente el aegypti. Cuando el mosquito se alimenta con sangre de una persona infectada lo adquiere y luego de ocho a 12 días puede transmitirlo a una persona sana a través de la picadura. La chikungunya también es una enfermedad viral transmitida por la picadura de los Aedes.
El nombre de la fiebre chikungunya refiere a la apariencia inclinada que adquieren algunas personas que lo padecen a causa de los fuertes dolores articulares que provoca. En lo que respecta al dengue los síntomas son fiebre con uno o más de los siguientes síntomas: dolor detrás de los ojos; de cabeza; muscular y de articulaciones; náuseas y vómitos; cansancio intenso; aparición de manchas en la piel y picazón; sangrado de nariz y encías.
Ante un diagnóstico de dengue es preciso seguir las indicaciones del personal de salud y asistir a las consultas de seguimiento y control. Si al momento de disminuir la fiebre o en los días posteriores, alguno de los síntomas se agudiza, reaparece o se detectan síntomas nuevos (dificultad para respirar, dolor abdominal intenso, sangrado profuso de mucosas, irritabilidad a somnolencia, vómitos recurrentes), es pertinente realizar una consulta médica inmediata.
Por su parte, los síntomas de la chikungunya comienzan generalmente de tres a siete días después de la picadura del mosquito. El síntoma más común es la aparición repentina de fiebre, a menudo acompañada de dolor en las articulaciones, y otros síntomas que pueden aparecer son: dolor muscular; de cabeza; náuseas; fatiga y erupción cutánea. El fuerte dolor en las articulaciones por lo general dura unos pocos días, pero puede llegar a persistir durante meses, afectando la recuperación total y el regreso a las actividades cotidianas.
La principal forma de transmisión de ambas enfermedades es por picaduras de mosquitos infectados. Por ello, la medida más importante de prevención es la eliminación de todos los criaderos de mosquitos (recipientes que contengan agua, tanto en el interior de las viviendas como en sus alrededores). El mosquito adhiere sus huevos a las paredes de los recipientes, por lo que es clave que, además de cambiar el agua con frecuencia si no se puede eliminar los recipientes que la contienen, es necesario cepillar el interior de las paredes para eliminarlos.
Para evitar la picadura del mosquito se recomienda utilizar repelente siguiendo las indicaciones del envase y se sugiere usar ropa de manga larga y colores claros. Además, para proteger a los bebés (que no pueden usar repelente), se deben colocar redes o tules sobre cunas y cochecitos. En relación al hogar, es importante disponer mosquiteros en puertas y ventanas y usar repelentes ambientales como tabletas, aerosoles (interior) o espirales (exterior).
La aplicación de insecticida mediante fumigación sólo sirve para eliminar mosquitos adultos siempre y cuando entren en contacto con el insecticida en el momento que es aplicado ya que el mismo no tiene poder residual y tampoco elimina formas inmaduras del mosquito (huevos, larvas y pupas); por lo que no es suficiente para controlar estas enfermedades si no se erradican los criaderos de nuevos mosquitos.