Este jueves, el primer ministro de Ucrania, Denys Shmyhal, invitó al papa Francisco a visitar su país y pidió ayuda para repatriar a miles de niños llevados a Rusia o a tierras ocupadas por rusos desde el inicio de la invasión. Shmyhal explicó que había sostenido conversaciones en el Vaticano y discutido la fórmula de paz de Kiev para poner fin a la guerra.
«Le pedí ayuda a Su Santidad para regresar a casa a los niños ucranianos que están detenidos, arrestados y deportados a Rusia de manera criminal», expresó. Kiev estima que casi 19.500 niños han sido llevados a Rusia o a la península de Crimea, ocupada por Moscú.
Moscú, que controla gran parte del este y el sur de Ucrania, niega haber secuestrado a niños y dice que han sido transportados por su propia seguridad. «Discutimos la fórmula de paz (ucraniana), y un camino potencial y la asistencia de Su Santidad y el Vaticano para lograr todos los pasos de la fórmula de paz del presidente ucraniano Volodymyr Zelenskiy», manifestó Shmyhal.
El papa Francisco, de 86 años, ha dicho anteriormente que quiere visitar Kiev, pero también Moscú, en una misión de paz. Decenas de miles han muerto, millones han sido desarraigados y ciudades enteras han sido arrasadas durante la guerra en Ucrania, que ya lleva más de un año, informó Reuters.
El miércoles, el presidente chino, Xi Jinping, que tiene estrechas relaciones con el presidente ruso, Vladimir Putin, habló por teléfono con Zelenskiy. Shmyhal explicó que la llamada telefónica había sido muy productiva y podría ser un comienzo muy positivo para futuras relaciones. Rusia ha estado llevando a cabo una gran ofensiva en el este de Ucrania durante meses, pero no ha logrado avances territoriales importantes.