El presidente de Francia, Emmanuel Macron, anunció el lunes un plan de 100 días para sanar el país tras semanas de protestas y enfado por sus impopulares planes de aumentar la edad de jubilación, pidiendo a su Gobierno que inicie conversaciones los sindicatos sobre un amplio abanico de temas.
En un discurso televisado dos días después de firmar los aviones para aumentar la edad de jubilación en dos años hasta los 64, Macron dijo que quería que su primer ministro propusiera medidas sobre las condiciones de trabajo, la ley y el orden y cuestiones de educación y salud. «El 14 de julio, debemos ser capaces de hacer equilibrio», dijo Macron, refiriéndose al Día de la Bastilla, el día nacional de Francia.
«Tenemos por delante 100 días de apaciguamiento, unidad, ambición y acción para Francia», agregó el mandatario. Macron ha apostado su reputación de reformista a los cambios en las pensiones, que dijo que eran necesarios para evitar miles de millones de euros de déficit cada año a finales de la década.
El lunes, manifestó que lamentaba el hecho de que los cambios no resultaron apoyados por el público en general. «¿Se acepta esta reforma? Obviamente, no. A pesar de meses de conversaciones, no se encontró consenso, y lo lamento. Debemos sacar todas las lecciones de ello», señaló, según replicó Reuters.
Inmediatamente después del discurso de Macron, el jefe del mayor sindicato de Francia, Laurent Berger, de la CFDT, expresó que el discurso del mandatario había sido totalmente vacío y no había abordado la ira en el país. «Hay una especie de vacío, no hay nada ahí, esperábamos otra cosa», señaló.