Directa, sincera y sin pelos en la lengua. De esta manera es como se muestra en cada oportunidad Cristina Pérez, que ha sabido consolidarse en la radio y en la televisión argentina como una de las periodistas más exitosas de su generación. Esta vez, se encargó de dejar un crudo análisis en «Cristina Sin Vueltas», su ciclo de Radio Rivadavia.
«En estos días, se habló mucho del miedo. De un ministro del gobierno que salió a meter miedo en medio de la desesperación del oficialismo por una eventual debacle electoral. Y del miedo que ya puebla las calles por la inseguridad que ese mismo ministro niega. Pero ya hay otro miedo que empieza a vivir entre nosotros mientras nos deslizamos por un territorio del que no había registro hace más de 20 años: la perspectiva de que, en poco tiempo, medio país sea pobre», comenzó apuntando.
Sin rodeos, Cristina Pérez siguió haciendo su análisis sobre la realidad del país. «El viernes, cuando se conoció el índice de inflación, leí un tuit que decía: ‘¿A alguien le pasa que en este momento está trabajando, pero le cuesta concentrarse porque le preocupa cómo afrontar los gastos de la vida cotidiana con esta tremenda inflación y su salario recontra devaluado?’ Sí. La inflación ha ingresado al terreno diario de nuestros miedos reales. Nada de abstractos», disparó la comunicadora.
«Con registros inflacionarios que no se conocían desde hace más de 30 años, hay generaciones enteras que no habían pasado esta experiencia traumática pero además con la aceleración que trae el fenómeno, una de sus consecuencias es que en forme abrupta, la desvalorización del dinero empuje a la pobreza a personas que pertenecían o pertenecen a la clase media. Es decir que no habían sido pobres. Un nivel tan alto de inflación implica pérdidas concretas mes a mes que empiezan a alcanzar lo imprescindible», dijo la compañera de Rodolfo Barili.
«Ya no es sólo el esparcimiento o las marcas. Y con el porcentaje de subas el deterioro no da tregua. Más inflación es más pobreza. El valor de la canasta básica que aún no contempla este nuevo registro de inflación alcanza a 177.063 pesos, más del doble de un salario mínimo y tres veces la jubilación mínima. El miedo a ser pobre, de un mes para el otro, al ritmo que lleva la inflación es una cruel realidad de miles de hogares. Este miedo incluye privaciones, angustias y la necesidad de trabajar más en un contexto de recesión», lanzó Cristina Pérez.
Para finalizar, dejó un comentario contundente. «Decirle a los hijos que no se puede, empieza a ser una respuesta para más y más cosas con lo que eso significa. Ya no es una angustia en cámara lenta, es una emergencia. Los que buscan meter miedo con tantas otras cosas, podrían empezar a solucionar los miedos que ya existen. Y lamentablemente, este gobierno, sólo busca mantener todo como está, para llegar, terminar y si explota, que le explote al próximo», finalizó.