El gobierno de Holanda está trabajando para poner fin a todas las importaciones de gas natural licuado (GNL) de Rusia, según el ministro de Energía, Rob Jetten. Holanda dejó de firmar nuevos contratos para las importaciones de gas de Rusia este año, sin anunciar la decisión, y «está trabajando para liquidar los contratos preexistentes», agregó el funcionario.
«Tenemos que hacer lo que podamos para asegurarnos de que no haya energía fósil rusa en nuestro sistema, y hemos tenido éxito con el carbón, gasoductos y el petróleo», explicó Jetten. «Estamos teniendo muchas conversaciones con las empresas que utilizan las instalaciones» para eliminar gradualmente los acuerdos de GML preexistentes, añadió.
Europa ha dependido de las importaciones de combustible, principalmente de Estados Unidos y Qatar, para aliviar su crisis energética después de que Rusia cortó la mayoría de los suministros de gas a la región. Aun así, volúmenes significativos de GNL ruso continúan fluyendo hacia el continente, incluso en medio de las consecuencias de la guerra de Moscú en Ucrania.
La medida de Holanda se aplicaría tanto a los contratos al contado como a largo plazo. La nación es un país de tránsito para el suministro de gas, lo que significa que la decisión podría tener un impacto europeo más amplio. Ámsterdam todavía importa GNL ruso a través de acuerdos más antiguos firmados antes de 2023, que representan alrededor del 15% de sus importaciones totales, informó Bloomberg.
Este año, ha sido el cuarto mayor comprador de GNL ruso en Europa, según los datos de seguimiento de barcos compilados por Bloomberg. La decisión holandesa va más allá de un movimiento similar de España, el mayor comprador europeo de GNL. Los importadores de gas en España recibieron una carta del gobierno pidiendo a las empresas que no se suscriban a nuevas compras de suministros rusos.