Una reunión de ministros de Relaciones Exteriores del G7 en Japón condenó este martes un plan ruso para colocar armas nucleares tácticas de corto alcance en Bielorrusia, un aliado de Moscú que limita con Ucrania. Era la primera vez que Rusia anunciaba que colocaría armas nucleares en el territorio de otro país desde el final de la Guerra Fría hace tres décadas.
En un comunicado al final de una reunión de tres días en Japón, los ministros de Relaciones Exteriores del G7 escribieron: «La retórica nuclear irresponsable de Rusia y su amenaza de desplegar armas nucleares en Bielorrusia son inaceptables». «Cualquier uso de armas químicas, biológicas o nucleares por parte de Rusia tendría graves consecuencias», añadieron, replicó NA.
El G7 agrupa a los Estados Unidos, Japón, Alemania, Gran Bretaña, Francia, Italia y Canadá, que impusieron sanciones económicas a Rusia por su invasión de Ucrania. El Grupo de las Siete potencias industriales se reunió este martes para criticar la coacción de China sobre Taiwán y la amenaza de Rusia de colocar armas nucleares en Bielorrusia.
Los cancilleres reiteraron su llamado «a terceros para que dejen de prestar asistencia a la guerra de Rusia», amenazando con «graves costes», al tiempo que han anunciado que reforzarán su «coordinación para prevenir y responder» a aquellos que apoyen materialmente la guerra de Rusia.
La muestra de unidad se produce después de que el presidente francés, Emmanuel Macron, dijera este mes que la Unión Europea debería reducir su dependencia de los Estados Unidos y advirtió contra verse arrastrada a una crisis de Taiwán. Desde el G7 destacaron que «no existe ninguna base legal para los reclamos expansionistas marítimos» de China, en lo que refleja un evidente endurecimiento del discurso del grupo contra las políticas de Beijing.