En marzo, una familia de cuatro personas en la Ciudad de Buenos Aires (CABA) necesitó percibir ingresos de por lo menos $107.836,35 para no ser considerada en situación de indigencia, $191.240,96 para no quedar bajo la línea de pobreza y $293.925,58 para ser considerada de clase media. Esto es según los datos difundidos por la Dirección General de Estadística y Censos porteña, que mes a mes mide la inflación en el distrito.
De esta manera, según NA, los gastos de la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que marcan el límite de la indigencia tuvieron un aumento del 9,83% respecto del mes pasado. Se ubicaron 2,73 puntos porcentuales por encima de la inflación del período, que se ubicó en 7,1%. En tanto, el acumulado en doce meses llegó al 117,4%. El número es superior por 12 puntos porcentuales al 105,4% de la medición de inflación interanual.
La suerte del resto de las canastas
En lo que respecta a la Canasta Básica Total (CBT), la cual establece el tope de la pobreza, el incremento mensual fue del 9,23% (respecto de febrero) y el interanual del 111,39%. La Canasta Total (CT) que en diferentes proporciones delimita al sector medio frágil, la clase media y los sectores acomodados, subió 9,24% en el mes y 110,35% con relación a marzo del 2022.
Vale aclarar que se puede notar un mayor aumento en la canasta de indigencia que en la básica. Esto se da por el mayor peso relativo de los alimentos en la canasta de indigencia respecto de la total. En este sentido, cuenta con otros bienes y servicios que no estan incorporados en la canasta básica alimentaria.
El análisis que lleva a cabo el organismo estadístico de CABA hace un gran supuesto. La familia tipo que define el informe es propietaria del inmueble en el que vive, con lo cual tiene cubiertas las necesidades de alquiler. Cabe mencionar que, al ser cada vez más inaccesible la compra de una casa propia, más familias deben ir por el alquiler como única opción.