Este jueves, los principales diplomáticos de Arabia Saudita e Irán se reunieron en China. Es el primer paso importante en los esfuerzos por poner fin a una rivalidad regional de décadas que ha alimentado guerras de poder y ha perturbado los mercados petroleros.
El ministro de Relaciones Exteriores de Arabia Saudita, Faisal bin Farhan, y su homólogo iraní, Hossein Amirabdollahian, discutieron los pasos para reabrir sus embajadas y otros asuntos bilaterales, informó la agencia estatal de noticias de la República Islámica de Irán.
Los países prometieron «eliminar cualquier obstáculo en el camino de la expansión de la cooperación». También, aumentar los lazos comerciales y de seguridad, según una declaración conjunta publicada por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán. La reunión de Beijing reafirmó el nuevo estatus de China como mediador en una región que es una fuente crítica de suministro de energía.
También llega en un momento en que el liderazgo clerical de Irán está siendo desafiado por una oposición generalizada y la crisis económica. Arabia Saudita e Irán habían discutido el restablecimiento de los lazos durante casi dos años. Los encuentros fueron en Irak, antes de que China interviniera para albergar el primer acuerdo oficial para restablecer relaciones diplomáticas en marzo, informó Bloomberg.
Amirabdollahian y el príncipe Farhan dijeron que Suiza también había ayudado a negociar la distensión. Arabia Saudita cortó los lazos con Irán en 2016, cuando su embajada en Teherán fuera asaltada e incendiada por la ejecución de un clérigo chiíta. Las dos partes han respaldado a bandos opuestos en conflictos regionales desde Siria hasta Yemen, donde los combatientes respaldados por Irán han atacado la infraestructura petrolera saudí con drones y misiles.