La confesión del descubridor del Diablito Echeverri, la joya de River: “Lo vi y me erizó la piel” RIVER PLATE El Intransigente

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La confesión del descubridor del Diablito Echeverri, la joya de River: “Lo vi y me erizó la piel”

El 10 llegó a las inferiores del Millonario y desde el principio generó una gran expectativa.

Foto de @RiverPlate

El último Sudamericano Sub 17 que disputó la Selección Argentina sirvió para que el común de la gente se entere de la existencia de una joyita que hace años viene dando qué hablar en las inferiores de River. Se trata de Claudio el Diablito Echeverri, quien a partir de la próxima semana ya comenzará a tener entrenamientos con la primera a cargo de Martín Demichelis.

El hombre que descubrió al talentoso enganche es Daniel Brizuela, quien es parte de departamento de captación del Millonario y quien finalmente logró que el chaqueño llegue a las inferiores del club de Núñez. En diálogo con La Página Millonaria el descubridor de talentos comentó qué sintió al momento de conocer a Echeverri.

“Recuerdo que fue una prueba en Resistencia, habíamos viajado junto a Claudio Otermín a hacer unas pruebas en el norte. Cuando empezó a jugar y tocó el balón ya vimos los controles orientados, la técnica, la inteligencia en la toma de decisiones, era una cosa fuera de lo común. Nos quedamos con una emoción total. Se nos erizaba la piel por las cosas que hacía”, relató en primer lugar.

Luego Brizuela detalló cómo se dio la llegada del Diablito a River. “Teníamos una metodología: los jugadores tenían que pasar por filtros. Había primero una prueba y después otra, que en el caso de Claudio no hubo necesidad de eso, y después una tercera prueba que era en River, donde entrenaban con los compañeros de la categoría. Claudio fue directamente para allá”, aseveró.

Echeverri: fútbol y personalidad

Por último el captador reveló una situación particular donde Echeverri dio muestras de su carácter. “Cuando terminó la semana de prueba, un día me encaró enfrente del club y me dijo que amaba a River y al Monumental, pero si la mamá no estaba con él, se volvía a su casa. Me habló como un hombre, pero tenía 9 años. Me emocionó. Acá me di cuenta que además de talento, Claudio tenía una gran personalidad”, cerró.

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