El presidente de Brasil, Lula Da Silva, llegó el martes a España en la última escala de su gira europea y en medio del recelo que originó la postura equidistante de su gobierno sobre la guerra entre Rusia y Ucrania. En ese sentido, no dudó en afirmar: «Es inaceptable que un país invada a otro, pero es una guerra en la que no veo a nadie hablando de paz».
Durante su intervención en el Encuentro Empresarial España-Brasil, que llevó a cabo en la capital española, Da Silva consideró que lo más sensato sería que «Ucrania se quede con su territorio y Rusia con el suyo». Su postura y la de su gobierno en esta cuestión generó cierta incomodidad en el bloque occidental de Europa, alineado contra la invasión rusa, y que ya lleva casi un año y medio, informó NA.
Luego de cuatro días en Portugal, el mandatario brasileño arribó a Madrid, donde este miércoles se reunirá con el jefe de gobierno español, Pedro Sánchez, también con el rey Felipe VI, y con la firme intención de propiciar un acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea.
Ese pacto podría facilitarse, ya que España tomará en breve la presidencia del bloque, mientras que Brasil, hará lo propio en el Mercosur. «España puede ayudar mucho en su conclusión. Espero que se consiga ahora lo que no se consiguió en 2003, 2004, 2005, 2006», señaló Lula, en referencia a los distintos años de sus anteriores mandatos en los que se intentó cerrar este acuerdo, aunque sin éxito.
Para Brasil, el acuerdo sería una gran oportunidad para reindustrializar el país y que la economía vuelva a crecer, al mismo tiempo que se pondrá el foco en la necesaria transición energética. A casi cuatro meses de haber iniciado su tercer período como presidente, Lula apunta a convertir a Brasil en una potencia «no alineada», entre Estados Unidos y China, y más cerca de los países latinoamericanos.