Se conformó la muerte de casi 8.500 civiles en la invasión rusa de Ucrania, y aún se temen muchos miles de muertes más sin verificar. La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) dijo que había registrado 8.490 muertos y 14.244 heridos entre el lanzamiento de la invasión del 24 de febrero de 2022 y el 9 de abril de 2023.
El organismo lleva tiempo describiendo sus cifras como «la punta del iceberg» debido a su limitado acceso a las zonas de combate. La mayoría de las muertes se registraron en territorio controlado por el Gobierno ucraniano y bajo ataque del ejército ruso. La cifra incluye las 3.927 personas en las regiones de Donetsk y Luhansk, que han sido testigos de intensos combates.
«El ACNUDH cree que las cifras reales son considerablemente más altas, ya que la recepción de información de algunos lugares donde se han producido intensas hostilidades se ha retrasado y muchas informaciones aún están pendientes de corroboración», señaló en un comunicado.
El ejército ruso ha reforzado su ofensiva en la región oriental de Donetsk, donde varias ciudades y pueblos han sufrido intensos bombardeos. Un organismo de investigación bajo mandato de la ONU concluyó el mes pasado que las fuerzas rusas habían llevado a cabo ataques «indiscriminados y desproporcionados» contra Ucrania. Rusia niega haber atacado a civiles o cometido atrocidades, informó Reuters.
Por otro lado, más de 30 niños se reunieron con sus familias en Ucrania este fin de semana después de una larga operación para traerlos de vuelta a casa desde Rusia o la Crimea ocupada por Rusia, donde habían sido sacados de áreas ocupadas por las fuerzas rusas durante la guerra.
