El líder de La Cámpora Máximo Kirchner cerró el acto partidista del PJ porteño «La Ciudad con Cristina», en el marco de un nuevo «operativo clamor» para reclamar por la candidatura de Cristina Kirchner. Durante su discurso, pidió primero «debatir un programa de Gobierno», a raíz de la reciente baja del presidente Alberto Fernández de la candidatura presidencial. Sin embargo, concentró casi todo el tiempo en dirigir severas críticas a la oposición y a los organismos multilaterales que condicionan el crecimiento del país como el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En primera instancia, el diputado nacional remarcó que el Frente de Todos (FdT) debe «tener un programa claro que tenga 10, 15 o 20 puntos» y reflejar «el compromiso inquebrantable» de los dirigentes. Por ello, apuntó contra el jefe de Estado al indicar que «no hay derecho a que alguien esté enojado y hoy no ayude a construir una nueva opción. Si hubo errores durante estos tres años, es bueno reconocerlo. Pero es muy complejo si cada uno de los sectores del FdT está todo el tiempo poniendo en duda su aporte por un lugar más o un lugar menos en las listas».
Además, Máximo Kirchner subrayó que se debe construir una alianza oficialista «para después no tener errores de cabeza», siguiendo con la crítica al mandatario. Por eso, insistió en la necesidad de «debatir un programa de Gobierno, más allá de las plataformas que se preparan para las elecciones.
Las chicanas a Juntos por el Cambio y los liberales
Al hablar de Juntos por el Cambio (antes Cambiemos), Kirchner definió su gestión como «una tragedia» y realizó comparaciones entre dirigentes del macrismo con peronistas, entre ellos, Patricia Bullrich y Gerardo Morales. «Vi a otra candidata, que fue la ministra de Trabajo de De la Rúa, y me dije dónde estaba. Era la ministra de Trabajo para quien la palabra «orden» significaba 13% de recorte para los jubilados». Posteriormente, la contrapuso con el ministro provincial Walter Correa, a quien lo posicionó como parte de la resistencia durante la crisis institucional del 2001.
«Son los mismos verdugos del pueblo que no tuvieron empacho en regar las calles de sangre, dolor y miseria», afirmó sobre los nombrados. Con respecto a la Ciudad, Máximo Kirchner criticó el fallo a favor de la coparticipación en CABA. «Acá reside el poder financiero que quiere poner de rodillas al país. El resto de las provincias coparticipan. Es hora de que la Ciudad lo haga a cada una de sus columnas», aportó.
En otra parte del monólogo, el dirigente peronista pidió a la sociedad un especial cuidado con el espacio liberal y sus promesas de libertad. «En el océano, nada prohibe al krill comerse a la ballena, pero siempre es la ballena la que se come al krill. Y así, si se miran en el espejo y no son una ballena, por favor, tengan cuidado con ese lema de la libertad. El Estado debe estar presente donde el mercado excluye», recomendó.
El análisis de Máximo Kirchner sobre el FMI y su mensaje a Georgieva
Otro de los tópicos principales fue el análisis sobre el FMI, en el marco de la pérdida de soberanía y de capacidad de decisión nacional. «Nos pusieron de rodillas», destacó, al mismo tiempo que definió el acuerdo con el Fondo como «innecesario». «Obviamente que va a haber que hacer un sacrifico inmenso para sacar a nuestro país adelante», añadió, aunque recordando positivamente la gestión de Néstor Kirchner.
«En ese momento decidió dar un paso al costado, pero no abandonar el bloque, me quedé adentro del Frente de Todos. Lo hice con la mayor de las honestidades políticas, no fue cuidar un legado que se cuida solo. Fue entender que ese acuerdo iba a tener las consecuencias que estamos viendo, firmado a 15 días de iniciada la guerra. Un acuerdo incumplible», sentenció.
Por otra parte, le habló directamente a Kristalina Georgieva, titular del organismo, y apeló a la difícil infancia que tuvo en Bulgaria, según le informó el exministro de Economía Martín Guzmán. «Yo le pido a la señora Georgieva del FMI que, si Guzmán no me mintió, que no tenga tanta perversidad de aplicarle a 40 millones de argentinos lo que ella sufrió de pequeña. No merece este trato ningún país del mundo», exclamó.
