En Juntos por el Cambio están en busca de una tensa calma que al momento ha sido compleja de hallar. La coalición opositora está enfocada en lo que serán las elecciones presidenciales. La disputa por el poder ha dejado expuestas las diferencias que hay entre los dirigentes. Para descomprimir el nerviosismo interno, se juntarán los presidentes de los partidos que componen la alianza.
Los años electorales ponen en evidencia la avidez de poder que hay en la clase política. Los debates, discusiones, acusaciones, son parte de la carrera por la victoria. El crecimiento de las coaliciones hicieron que los cruces no sean entre «oficialismo» y «oposición». Actualmente los problemas son internos. Juntos por el Cambio y el Frente de Todos dejan un gran ejemplo.
En la alianza opositora observaron que a medida que se acerca el 13 de agosto (día de las PASO), la tirantez se potencia a niveles inesperados. La peleas no solo van en detrimento de los candidatos de Juntos por el Cambio, sino que las encuestas muestran el crecimiento de Javier Milei. El libertario se ha transformado en un empedernido recolector del «voto cansancio», cansancio de discusiones y acusaciones internas.
Referentes de la alianza opositora tomaron nota que no es conveniente avanzar por la senda de la confrontación y decidieron darle un cierre. Este martes, a partir de las 10.30, los presidentes de cada espacio se reunirán para «relajar la intensidad de la disputa». Gerardo Morales de la UCR, Maximiliano Ferraro de la Coalición Cívica, Federico Angelini del PRO y Miguel Ángel Pichetto del Peronismo Republicano, se encontrarán para bajar el nivel de debate.
«Vamos a tomar la agenda de trabajo que teníamos planteada y que está enfocada en el trabajo serio que vienen haciendo las cuatro fundaciones de los partidos», sostuvo el líder de la CC. Según informó NA, en la asamblea opositora se intentará llegar a un acuerdo para realizar una Mesa Nacional con el fin de establecer pautas de cara a las elecciones.