El dólar blue subió $3 con respecto al día miércoles y alcanzó el récord desalentador de $400 para la venta en el mercado paralelo, mientras las cotizaciones financieras también avanzan. De este modo, el billete informal supera el otro pico máximo, que fue de $397 y se registró tanto en la rueda anterior como el 29 de marzo último. La brecha entre el blue y la cotización oficial del dólar mayorista se ubica ahora en 86%.
La disparada del blue se produce tras la decisión de la Comisión Nacional de Valores (CNV) de cambiar la operatoria del dólar contado con liquidación (CCL). De esta forma, acorde precisó NA, el organismo busca imponer nuevos plazos de parking para la concertación de operaciones con bonos que se utilizan para dolarizar carteras.
Por su parte, los dólares financieros también operan en suba: el contado con liquidación lo hace en $402,83 y el Bolsa o MEP a $391,79. El dólar minorista se vende a un promedio de $221,20, el ahorro a $364,24 y el turista, a $441,50. Las compras tuvieron lugar en una rueda en la que se registraron las primeras operaciones con el dólar soja, con ingresos por US$ 85,5 millones.
El Banco Central terminó el miércoles con compras netas por solo US$ 2 millones. Se trata de una cifra menor si se tiene en cuenta que en el mes lleva acumulado un saldo negativo de alrededor de US$ 414 millones. Sin embargo, las consecuencias de la sequía y los desembolsos por la deuda con el FMI dificultan todavía más el panorama económico del país.
¿Qué dicen los organismos internacionales?
Según la compañía de negocios Moody’s, en su reciente informe indicó que el tipo de cambio paralelo «se ha debilitado sustancialmente desde noviembre a medida que la base monetaria continuó expandiéndose a un ritmo rápido, con la monetización del déficit fiscal. Al respecto, la inflación mensual se aceleró por tercera vez consecutiva en febrero, rompiendo con la disminución gradual del segundo semestre de 2022».
Además, sus estimaciones son peores de las que formuló el FMI esta semana en su último informe sobre Perspectivas Económicas. Según aquel documento, la Argentina crecerá apenas 0,2% este año y la inflación alcanzará al 88%. Acorde precisó la calificadora, los efectos de la sequía pueden derivar en controles de importación «más estrictos. Estos afectarán aún más la demanda interna y reducirán la disponibilidad de bienes de capital, intermedios y de consumo».