SpaceX, la empresa de Elon Musk, canceló este lunes el lanzamiento de su nuevo y potente cohete Starship, retrasando el primer vuelo de prueba sin tripulación del vehículo espacial. El cohete de dos etapas, más alto que la Estatua de la Libertad, con sus 120 metros de altura, tenía previsto despegar de las instalaciones de la compañía en Boca Chica. El lanzamiento duraría dos horas.
La compañía espacial californiana anunció en una transmisión en directo por Internet durante los últimos minutos de la cuenta atrás que suspendía el intento de vuelo durante al menos 48 horas, alegando un problema de presurización en la etapa inferior del cohete propulsor.
Musk, el fundador y presidente ejecutivo de la empresa, había anunciado que la misión tenía más posibilidades de ser cancelada que de lanzarse. Llevar el vehículo al espacio por primera vez representaría un hito clave en la ambición de SpaceX de enviar seres humanos a la Luna y, en última instancia, a Marte. El éxito del primer vuelo convertiría al sistema Starship en el vehículo de lanzamiento más potente de la Tierra.
Tanto el cohete propulsor Super Heavy de la etapa inferior, como la nave de crucero Starship de la etapa superior que llevará al espacio, están diseñados como componentes reutilizables, capaces de volar de vuelta a la Tierra para realizar aterrizajes suaves, una maniobra que se ha convertido en rutina para el más pequeño cohete Falcon 9 de SpaceX, informó Reuters.
Ninguna de las dos etapas del primer vuelo de prueba, que se espera que no dure más de 90 minutos, se recuperará. Los prototipos del crucero Starship han realizado cinco vuelos subespaciales de hasta 10 kilómetros por encima de la Tierra en los últimos años, pero el propulsor Super Heavy nunca ha despegado.