En La Matanza todavía sufren el asesinato de Daniel Barrientos, chofer de colectivos de la línea 620. El mismo día del robo, el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, fue atacado a piedrazos y golpes por los presentes en la protesta por más medidas contra la inseguridad y terminó en el hospital con un notorio corte en su rostro.
A raíz de ello, también se comenzó a investigar a los agresores del ministro, quienes estuvieron detenidos por algunas horas. Luego de ello, el dirigente peronista reconoció que «las imágenes me remontan a Fernando Báez Sosa y mire como terminó». Además, aclaró que «no es pegarle a un ministro, es pegarle a una persona de manera innecesaria, patotera» lo que le hizo reflexionar en ello.
«Si capaz no hubiera tenido la fortaleza propia de la actividad y de su historia de vida, era muy probable que hubiera terminado como Báez Sosa. Por suerte las cosas no se dieron así, pero tampoco hay que tomar las cosas con tanta liviandad»; agregó Sergio Berni en una comparación dolorosa para la sociedad por la manera en la que ocho rugbiers terminaron con la vida del joven en enero del 2020 en Villa Gesell.
En este marco, detalló que «fue un ataque en patota, certero, cobarde, y la magnitud de los golpes pudieron terminar de manera trágica. Me parece que la agresión fue lo suficientemente fuerte como para andar discutiendo si se merecía o no un allanamiento», añadió el funcionario bonaerense en declaraciones radiales que difundió NA.
El reclamo de Sergio Berni al oficialismo
Por otro lado, el dirigente remarcó que siente «poco respaldo de su propio gabinete» luego de la agresión que recibió. «Yo soy un funcionario que está todo el día en la calle. No me escondo atrás de un escritorio ni de declaraciones rimbombantes por redes sociales. No soy de los políticos que preparan todo para llegar a un lugar, caminar tres cuadras y sacarse una foto. No hay muchos que puedan caminar como camino yo», disparó.
