Se trata, indiscutiblemente, de una de las periodistas más importantes de los medios de comunicación de nuestro país. Cristina Pérez ha sabido muy bien de qué manera ganarse el cariño del público que la sigue tanto en Telefe como así también en Radio Rivadavia. Esta vez, fue en «Cristina Sin Vueltas», donde se manifestó en torno a los índices de pobreza de nuestro país.
«Dieciocho millones cien mil argentinos, y entre ellos, 6 millones de chicos de nuestro país son pobres. Es el 54,2% de los menores de 14 años. O sea, más de la mitad de los chicos. Si su infancia está condicionada por la pobreza y la necesidad, su futuro ya está condicionado. Esa tragedia social quedó de manifiesto hoy mismo en las puertas del poder, con la muerte de una beba frente a la Casa Rosada donde dormía con sus padres y su hermanita melliza de tres meses en situación de calle», comenzó asegurando.
«La pobreza convierte al presente en supervivencia. Para miles de chicos, la infancia es supervivencia, sin una alimentación suficiente en la edad de crecimiento, expuestos a situaciones de violencia que se acrecientan en la vulnerabilidad, y sin garantías de acceder o completar su educación. Su futuro ya está condicionado, y ellos son nuestro futuro. Nuestro futuro está condicionado. El gobierno ha fracasado en sus políticas contra la inflación y sin embargo persisten en hacer más de lo mismo», lanzó.
Sin tapujos, Cristina Pérez redobló la apuesta. «¿Quieren solucionar la inflación o sólo culpar a alguien más? La última promesa fue del Ministro de Economía que estimaba un 3% de inflación para marzo o abril. Pero ya antes que él hace un poco más de un año, el presidente le había declarado la guerra a la inflación en un ampuloso discurso, y claramente también perdió. En el medio mandaron a camioneros y piqueteros a controlar precios y culparon a los kioskeros.La propia vicepresidenta criticó a comienzos de Marzo ‘el 100% de inflación’, como si no fuera parte del gobierno, y advirtió que ‘con la combinación de recesión e inflación estamos en el horno'», aclaró.
«No se equivoca. La paradoja es que aunque baje el desempleo, pero no alcanza trabajar para no ser pobre. La inflación acelerada funciona como un acelerador del drama social y también de la crisis política. La velocidad crucero de los precios reduce aún más los escasos márgenes de un gobierno en interna permanente que ya casi no tiene crédito de una sociedad que sufre y está harta. Son más de un millón los nuevos pobres y la foto ya es vieja. Si se contara el último trimestre la cuenta sería aún peor», señaló Cristina Pérez.
«La foto de esta medición se tomó en diciembre de 2022. La inflación no dejó de escalar desde entonces. El gobierno busca como sea evitar una devaluación que igualmente va produciendo a cuentagotas con los mil y un tipos de cambio mientras la economía está asfixiada por cepos ante la falta de dólares. Exhaustas llegan las arcas del estado al próximo desembolso del Fondo que finalmente es la única ancla a disposición. El gobierno del espacio político que dice representar a los más pobres, sólo está dejando más pobres», sentenció.