El príncipe Harry, hijo menor del rey Carlos III, asistió el sábado a la coronación de su padre en la Abadía de Westminster, aunque tuvo que conformarse con un asiento en tercera fila, detrás de otros miembros de la familia real. A la ceremonia tampoco asistieron su esposa Meghan Markle ni sus hijos, los príncipes Archie y Lilibet El duque de Sussex está apartado de la Casa Real desde 2020.
Hasta principios de abril no estaba claro si Harry, quien ahora vive en California, asistiría a la histórica ocasión tras un desencuentro con su familia. En su libro «Spare», publicado en enero, critica a su padre, a su madrastra la reina Camilla y a su hermano, el príncipe de Gales, William. Al llegar, Harry saludó con la cabeza a los fieles mientras se unía a los jefes de Estado, dignatarios y representantes de las artes, el Ejército, las organizaciones benéficas y el deporte en el interior de la Abadía.
El príncipe llegó vestido de civil y con algunas condecoraciones en su traje. Además, no tuvo ningún papel oficial y se sentó en la tercera fila, detrás de los miembros de la familia real en activo, junto a su tío el Príncipe Andrés. Este se vio obligado a abandonar sus funciones reales por su amistad con el financiero estadounidense Jeffrey Epstein, un delincuente sexual convicto.
Abandono de deberes reales
El duque de Sussex fue, en su momento, uno de los miembros más populares de la familia real. Su boda con Meghan, una actriz estadounidense, en el castillo de Windsor en mayo de 2018 fue un gran asunto que atrajo a multitudes entusiastas. Pero su decisión de abandonar los deberes reales en febrero de 2021 y la ruptura con su familia han dividido a la opinión pública.
El hijo menor de Diana (conocida como Lady Di) tampoco participó del saludo real desde el balcón del palacio de Buckingham. Según sostuvo la prensa británica, optó por volver a Estados Unidos para festejar el cumpleaños de su hijo. Por otro lado, indicaron que al balcón solo asistieron las personas que cumplen un rol activo en la realeza de Reino Unido