Ha sabido consolidarse en la radio y en la televisión argentina como una de las periodistas más queridas, exitosas e importantes de nuestro país. Cristina Pérez no solo se luce en Telefe, sino que también se encarga de conquistar a los oyentes de Radio Rivadavia día tras día con su ciclo denominado «Cristina Sin Vueltas».
Allí, dejó esta vez un crudo análisis sobre la realidad de nuestro país. «Hace sólo doce días, se conoció el valor de la canasta básica. Parecen años luz esos doce días. Cada vez quedan más viejos en menos tiempo los números de la economía. Doce días. Corrida mediante, todo está peor que cuando ya estaba peor. Si el dólar corre, los precios vuelan. Cálculos al paso, economistas suman hasta 6% de inflación sólo en la semana de la corrida y los precios ya venían calientes», comenzó asegurando.
«Los aumentos de mayo no predicen calma ni bajo el supuesto de un dólar con tranquilizantes que como vemos hoy mismo no es el caso. Es importante volver a aquella canasta básica del mes de marzo, conocida luego del temible 7,7% de inflación. Ese mes marcó una inflación interanual de 104,7%. Pero quédense ahí. ¿Qué pasa si les digo 120,1%? Eso es lo que aumentó en el mismo período la canasta básica alimentaria. No es una predicción para fin de año», apuntó.
Inmediatamente, Cristina Pérez decidió ir por más. «Ya estamos ahí. Cuando se mira ese número se entiende por qué todo es peor. En alimentos básicos, el 7,7% fue un 9% mensual. A la canasta básica total no le va mucho mejor. Subió 8% en marzo y acumulaba 113,2% en el año, a sabiendas de que no incluye gastos como el alquiler. Y esto es la prehistoria de abril. Si la foto con delay de las mediciones asusta, la realidad tiene otros medidores más drásticos», lanzó.
«Se habla mucho del Plan Llegar del gobierno que es básicamente llegar al fin del mandato. El Plan Llegar de la gente, en cambio, es llegar a fin de mes y eso se hace cada vez más difícil. El Plan Llegar del gobierno viene siendo en los hechos una infinita sucesión de parches que prolonga la agonía y ni disimula ya que la mayoría está de mal en peor. El maquillaje gastado de las explicaciones pomposas de Cristina Kirchner se resquebraja en la próxima incursión al supermercado. Gente que deja cosas en la caja porque no le alcanza, racionamiento de productos ante el intento de abastecerse ganándole al próximo aumento, y caras de mucha preocupación. Hay productos que directamente desaparecen de las góndolas a la espera de nuevos precios», apuntó Pérez.
