Los enfrentamientos en Jartum, la capital de Sudán, remitían este martes, aunque en algunas zonas de la ciudad podían oírse combates, según varios residentes, después de que las facciones armadas enfrentadas desde hace más de seis semanas acordaran prorrogar un alto el fuego destinado a permitir la llegada de la ayuda humanitaria a la población civil en África.
El ejército y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) acordaron prorrogar cinco días el alto el fuego previamente pactado, que había durado una semana, justo antes de su expiración. La negociación de la tregua fue mediada y está siendo supervisada a distancia por Arabia Saudita y Estados Unidos.
Horas antes de que se firmara la prórroga del alto el fuego, varios residentes informaron de intensos combates en las tres ciudades colindantes que forman la gran capital de Sudán en torno a la confluencia del Nilo: Jartum, Omdurman y Bahri. La guerra ha hecho huir de sus hogares a casi 1,4 millones de personas. De las cuales más de 350.000 han cruzado a los países vecinos.
Diversas zonas de la capital han sufrido saqueos generalizados y frecuentes cortes del suministro eléctrico y de agua. La mayoría de los hospitales han quedado fuera de servicio. El conflicto estalló el 15 de abril a raíz de los planes de transición hacia la celebración de elecciones bajo un Gobierno civil, informó Reuters.
El ejército y las RSF habían ocupado los puestos más altos en el consejo de gobierno de Sudán desde que Omar al-Bashir fuera derrocado durante un levantamiento popular en 2019. Ambos grupos armados dieron un golpe de Estado en 2021, cuando debían ceder el liderazgo del consejo a la población civil, antes de acabar enfrentados sobre la cadena de mando y la reestructuración de las RSF en el marco de la transición prevista.